Dado de alta en Industria en 1967, de la necesidad de clausurar el ascensor siniestrado ya había alertado algún vecino del inmueble. Así lo recogen las actas de las reuniones de la comunidad de propietarios que demoró años la decisión de contratar su acondicionamiento después de que en sucesivas inspecciones se hubieran detectado defectos, algunos de ellos graves, de los que era conocedora Thyssenkrupp, que había presupuestado su reparación. Según la empresa, el desplome del ascensor lo acabó provocando en última instancia la rotura de la corona, aunque las imágenes que ilustran el informe pericial encargado por las afectadas no denotan un mantenimiento muy exhaustivo del aparato habida cuenta de la cantidad de suciedad y las pelusas que presentaba el engranaje del elevador. M. G.