Un preso considerado «muy peligroso» hirió el pasado miércoles a un jefe de Servicios de la cárcel de Villena e intentó secuestrarlo armado con un pincho de fabricación casera, arma con la que le causó varios cortes en el cuello, según denunció ayer el sindicato Acaip. Instituciones Penitenciarias trasladó ayer mismo a este preso a otro centro penitenciario en una conducción especial.

El incidente ocurrió el pasado miércoles en el módulo de aislamiento de la prisión de Villena, donde el preso reclamaba acceder al dinero de su cuenta de peculio. Según señala en un comunicado la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), un recluso que presentaba un gran estado de agresividad provocó un incendio en su celda y los funcionarios lograron sofocarlo con rapidez. Una vez tranquilizaron al preso le cambiaron a otra celda del mismo departamento y media hora más tarde el recluso advirtió a los funcionarios de que iba a autolesionarse con un «pincho» casero de unos quince centímetros de longitud.

El jefe de Servicios se personó en la celda del preso y éste se abalanzó sobre él agarrándolo del cuello e hiriéndole con el «pincho», al tiempo que le decía que no se moviera. Sin embargo, el funcionario pudo zafarse del preso y le inmovilizó contra la cama, momento en que recibió la ayuda de otros trabajadores de la prisión y el interno fue reducido y depuso su actitud agresiva. El agredido fue atendido de varios cortes en el cuello en la enfermería de la prisión.

Este mismo interno, un preso de primer grado con la máxima clasificación de riesgo, ya protagonizó el pasado mes de junio otro incidente grave que casi le cuesta la vida. Estaba en la enfermería y provocó un incendio en el que resultó herido y salvó su vida gracias a la rápida y arriesgada intervención de los funcionarios del centro. Fuentes penitenciarias señalaron que el interno tiene menos de 30 años y numerosos antecedentes.

El sindicato Acaip denunció ayer la masificación del módulo de aislamiento donde se produjo el suceso, ya que tiene una capacidad para 36 internos y hay 34 considerados muy peligrosos. Acaip asegura que ha denunciado esta situación en varias ocasiones a la dirección de la cárcel de Villena e insiste en que el módulo está al borde del colapso por las características de estos reclusos.

La agresión del miércoles pone de manifiesto, en opinión del sindicato, la paulatina merma de autoridad de los funcionarios en el interior de las prisiones, donde los reclusos «ven normal, ante cualquier contratiempo o inconveniente, agredir a los funcionarios».

Acaip culpa de la situación a la «lamentable y nefasta política» de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y denuncia la falta de preparación de los trabajadores de prisiones para tratar con este tipo de presos. Afirman que los trabajadores no reciben una formación adecuada y se les dificultaba el acceso a cursos de defensa personal que se organizaban cada año y que han sido suspendidos por falta de presupuesto.

Por otro lado, critica Acaip que el Gobierno les excluye del protocolo de agresiones en la Administración General del Estado pese a que los trabajadores de prisiones sufren más del 65% de los casos.

«No sólo somos los que recibimos los golpes, sino que además esas agresiones no quedan registradas», indica el comunicado del sindicato. Acaip pide a los responsables de la cárcel de Villena medidas para que no se repitan sucesos como el intento de secuestro y agresión.