Con unos grandes ojos pintados en el capó y un mensaje en inglés en la parte trasera del vehículo, así como otras pintadas a los lados de la carrocería. Así han encontrado uno de sus coches la policía de la Generalitat después de lo que todo indica que se trata de un acto vandálico protagonizado por algún grupo de grafiteros. La furgoneta en cuestión, que ya está en desuso y lleva tiempo parada fuera de servicio, estaba estacionada en un recinto cerrado de la calle Almassora, vallado y con una reja con candado, donde la policía autonómica guarda otros vehículos oficiales.

Las pintadas fueron descubiertas el pasado fin de semana. Al parecer, alguien se habría colado en la noche del viernes en las instalaciones sin ser visto y con total calma habría realizado los grafitis. De hecho, las fuentes consultadas por este periódico indicaron que las pintadas muestran que el autor de las mismas invirtió su tiempo en ellas y no se trata de grafitis hechos en dos minutos.

Aunque se están revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad de las dependencias policiales de Pont de Fusta ninguna de ellas enfoca el lugar donde se encontraba aparcado el citado vehículo, en un solar alejado a unos 300 metros de éstas.

En el lateral del aparcamiento, que permanece vallado y cerrado con candado, hay una pared medio derruida que da a otro solar, por el que se sospecha que pudieron entrar los autores de las pintadas.

La policía trata ahora de identificar al autor o autores de los grafitis, aunque por el momento no se han producido detenciones al respecto. Los hechos podrían ser constitutivos de un delito de daños o deslucimiento de bienes. Con el agravante de que para ello se habrían colado en unas instalaciones policiales.