La Audiencia ha condenado a dos años de prisión a un joven acusado de haber arrancado un dedo de un mordisco a otro con el que se estaba peleando, según la sentencia hecha pública ayer. El juicio se cerró con una conformidad en el que el acusado admitió los hechos que se le imputaban.

La agresión ocurrió a las 6.30 horas de la madrugada del 6 de septiembre de 2014, cuando el acusado y otro menor de edad (que ya fue condenado por estos hechos en su jurisdicción) abordaron a la víctima en una zona de ocio de Dénia en la carretera de las Marinas. Entre ambos le propinaron numerosos golpes por todo el cuerpo y, acto seguido, el otro le propinó un mordisco mientras el otro le agarraba del cuello, arrancándole parte del dedo meñique de la mano derecha. La víctima sufrió una amputación parcial del dedo, además de las secuelas por los golpes en la cabeza y por todo el cuerpo. El fallo impone al acusado dos años de cárcel, así como una orden de alejamiento que le impide acercarse a su víctima durante seis años. Asimismo deberá indemnizarle con 7.880 euros por las lesiones sufridas. La sentencia es firme y contra ella no cabe recurso alguno.