La memoria de la Fiscalía de Alicante desgrana alguna de las miserias con las que su plantilla debe convivir cada día para hacer su trabajo. Mientras que la reforma de la Audiencia solventó parte de los problemas de los fiscales que trabajaban en ese edificio, una de las asignaturas pendientes es la reforma de Benalúa. No sólo problemas de aire acondicionado o de climatización en algunas zonas del edificio, acumulación de expedientes por los suelos, o falta de espacios para entrevistarse de manera reservada con ciudadanos y particulares que vienen a entrevistarse con ellos. El dato más significativo sobre la carencia de medios en el Palacio de Justicia es que hay hasta diez fiscales compartiendo una única línea de teléfono. La reforma integral del edificio sigue estando pendiente y desde la Fiscalía alicantina se precisa que se necesita con urgencia.

En la memoria se recogen los problemas en otros destacamentos de la provincia, donde uno de los casos más sonados fue el lamentable estado de las dependencias de Alcoy. A pesar de que hay un edificio totalmente nuevo y terminado en desuso por las desavenencias entre el Ayuntamiento y la Conselleria de Justicia. En Benidorm, las carencias informáticas han llegado a tal punto que los fiscales carecían de la aplicación en sus ordenadores del procesador de texto para poder redactar los escritos que presentan ante el juzgado.