Hace dos años se embarcó en la aventura de tener un hijo mediante un vientre de alquiler en una clínica de México donde está legalizado este proceso de gestación subrogada y ahora no tiene ni el niño ni 36.000 euros que ha ido entregando desde entonces. El afectado, un hombre soltero que reside en Extremadura, ha denunciado los hechos ante la Policía Nacional de Alicante al sentirse estafado y aunque todo ocurre en el país mexicano el denunciante también culpa en parte a un abogado de un despacho jurídico alicantino que está especializado en ofrecer asesoramiento sobre vientres de alquiler y fue quien dice que le envió a México.
Según la denuncia presentada el pasado miércoles en la Comisaría de Distrito Centro de Alicante, el hombre es soltero y quería alquilar un vientre para poder tener un hijo. Al no estar permitido en España, relata en la denuncia que contactó en agosto de 2014 con un abogado de Alicante que tramita estos asuntos en México y Estados Unidos. Acudió al bufete alicantino con una amiga y el letrado les informó de los pasos a seguir y el dinero que tenían que abonar.
Dos días después de la entrevista con el abogado de Alicante decidió seguir adelante con los planes del vientre de alquiler y se reunió de nuevo con el letrado, a quien entregó 500 euros sin que le diera un recibo, añade la denuncia.
Todo estaba en marcha y unas semanas más tarde el abogado le envió un correo electrónico todos los documentos y papeles para acudir a una clínica de México donde realizan estos procesos de gestación.
Ocho meses después envió diferentes pruebas médicas sobre su estado de salud a una clínica de la ciudad mexicana de Villahermosa, centro que le proporcionó el letrado de Alicante para realizar el proceso. Asimismo, realizó una transferencia de 14.000 euros a un médico mexicano para realizar las pruebas a una mujer a la que iban a extraer los óvulos.
La madre
En julio de 2015 viajó a México y una vez en la clínica le recogieron su esperma y le presentaron a la madre de alquiler que iba a llevar el embrión.
El futuro padre regresó a España y mientras esperaba que le informaran de que se había producido con éxito la transferencia embrionaria recibió una llamada telefónica desde México. Era el médico al que envió los 14.000 euros y le dijo que tenía que viajar de nuevo a la clínica porque habían perdido su esperma.
Sin dar crédito a lo que le dijeron tuvo que costearse un nuevo viaje a México para entregar esperma de nuevo, pero no era la única sorpresa que le esperaba. En la clínica le indicaron que la mujer que habían buscado como madre de alquiler no servía y había que buscar otra. Al día siguiente ya le presentaron a la nueva candidata y firmaron un contrato entre todas las partes.
Antes de regresar a España en el último trimestre de 2015 le obligaron a realizar un seguro de vida para la madre de alquiler y a contratar a un abogado méxicano por 3.000 euros.
Las llamadas desde México eran esperanzadoras. Todo iba bien y la mujer estaba embarazada. Sin embargo, el 15 de enero de este año contactaron de nuevo con el denunciante para comunicarle que la futura madre había abortado.
El denunciante afirma que tras esta comunicación contactó de nuevo con el letrado de Alicante para que intercediera y se repitiera la operación, pero desde entonces asegura que «tanto el abogado como la clínica comienzan a dar excusas», según se recoge en la denuncia. Los meses fueron pasando y el hombre siguió realizando transferencias a México, envíos que han alcanzado los 36.000 euros durante los dos últimos años.
El pasado mes de junio volvieron a llamarle desde la clínica de México y le indicaron que la mujer no se quedaba embarazada y por tanto daban por finalizado el proceso.
Reclamó que le compensaran pero ni hijo, ni dinero. El hombre afirma que desde entonces ha intentado sin éxito que el abogado de Alicante le ayude a recuperar su dinero al sentirse estafado.
