El aumento de las temperaturas ayer en la provincia no fue óbice para que un turista alemán dejara solo a su bebé de 9 meses y entrara con otro hijo de tres años a comprar en un supermercado de Sant Joan d'Alacant. La Guardia Civil rescató al bebé inconsciente tras romper el cristal de una ventanilla y tras ser hidratado reaccionó y se comprobó que estaba en buen estado de salud. La Benemérita detuvo al padre como presunto autor de un delito de abandono por dejar solo a su bebé en el turismo mientras se iba de compras.

El suceso ocurrió poco antes de las tres de la tarde en el aparcamiento de una zona comercial de Sant Joan situada junto a Benimagrell. Una patrulla del cuartel de Sant Joan que prestaba servicio en la zona fue alertada por unos ciudadanos que habían visto al bebé solo dentro de un coche y totalmente inmóvil.

Inmóvil en la silla

Los agentes se acercaron a comprobar los hechos y vieron al menor en una silla portabebés dentro de un coche aparcado a la sombra. No se movía y aunque podía estar dormido los agentes no dudaron en romper el cristal de una ventanilla delantera del coche ante la posibilidad de que estuviera inconsciente debido a las altas temperaturas.

Una vez dentro cogieron al bebé y le hidrataron con rapidez. El bebé reaccionó a los estímulos de los agentes y unos minutos más tarde llegó al lugar una ambulancia cuyo equipo sanitario prestó asistencia al menor y comprobó que se encontraba en buen estado de salud.

El padre del bebé salió del supermercado con su hijo mediano de tres años y se quedó sorprendido al ver a unos agentes mirando su coche. Tras conocer lo ocurrido reaccionó con tranquilidad y se negó a que los servicios sanitarios trasladaran al bebé al hospital para ser evaluado más en profundidad.

La Guardia Civil identificó al progenitor, un ciudadano alemán de 33 años que se encuentra de vacaciones en la provincia junto a su mujer y sus tres hijos. Aunque el menor se encontraba en buen estado de salud, los agentes trataban de aclarar ayer tarde si el padre ha podido incurrir en algún delito por abandonar momentáneamente al bebé para entrar a comprar al supermercado.