Prisión sin fianza para el detenido por quemar la casa de su expareja en el barrio alicantino de Los Ángeles. El juzgado de Violencia sobre la Mujer número dos de Alicante le imputa delitos de intento de asesinato, incendio, amenazas y malos tratos en el ámbito familiar. La fiscal considera que el hombre trató de matar a la niña de catorce años que resultó herida el martes por la noche al caer por la ventana cuando intentaba escapar de las llamas. Las acusaciones consideran que el acusado encerró a la pequeña en el salón tras pegar fuego al sofá y la dejó allí encerrada dándose a la fuga.

El detenido ha admitido haber tratado de quemar la casa, pero aduce que se le fueron los cables y que no tenía intención de acabar con la vida de nadie. Momentos antes había tenido una violenta discusión con su expareja en la que ella le acabó echando de casa. Cuando ella no estaba en la vivienda, volvió fuera de sí para pegar fuego al inmueble pensando que estaba vacío. Una versión que se contradice con el hecho de que la menor le sorprendió en la casa pegando fuego al sofá y le reprendió su actitud y él huyó de la casa.

Qué pasó en esos instantes es la clave para que la investigación determine si hubo o no intención de matar. La puerta del salón en la que se inició el fuego estaba rota y cuando se quedaba cerraba era muy difícil volver a abrirla. La madre de la menor, que está personada en el proceso como acusación a través del abogado Pedro Pérez, sostiene que éste encerró a la menor en el salón antes de huir. El detenido aduce que cuando se marchó dejó la puerta abierta. Los vecinos han manifestado que la joven intentó marcharse por la ventana para escapar de las llamas y que acabó cayendo al vacío desde el primer piso cuando trataba de alcanzar la terraza contigua. Para tratar de poner en claro todos extremos, la Policía Nacional demoró un día más la entrega en el juzgado del detenido, al considerar que éste incurría en numerosas contradicciones, ya que éste negaba que la menor estuviera en la casa.

La Fiscalía considera que pudo haber tentativa de asesinato o de homicidio por el mero hecho de dejar a la menor encerrada en la sala en llamas. Asimismo, se le imputa un delito de incendio por el riesgo potencial en el que puso al resto de los vecinos del edificio, que tuvieron que ser desalojados por la abundante humareda.

Asimismo se le imputan también delitos de amenazas y malos tratos a la expareja por la discusión que tuvo con ella antes del incendio. Según la denuncia, en esa disputa, en la que ella le echó de la vivienda, el presunto agresor la amenazó de muerte en varias ocasiones. También ella resultó herida con abrasiones en los brazos al ser agarrada violentamente por su expareja mientras se enfrentaban. La comparecencia judicial no estuvo exento de momentos de tensión, sobre todo cuando la persona que acompañaba a la madre se cruzó en el pasillo con los policías que subían al juzgado al detenido para tomarle declaración. «¡Quitadle de mi vista!», gritó. La madre esperaba en otras dependencias del edificio a que acabara la declaración para no tener contacto visual con él.