La Audiencia de Alicante ha puesto en marcha un programa pionero en España de reeducación para condenados por maltratar animales, cuyo objetivo es evitar que los penados por este tipo de delito reincidan. Así lo anunció ayer, el presidente de la Audiencia de Alicante, Vicente Magro, que explicó que esta iniciativa pretende que los penados a quienes se les suspenda el ingreso en la cárcel por carecer de antecedentes estén obligados por los jueces a seguir durante nueve meses un programa formativo, tal como ya se está hacendo en casos de violencia de género o infractores de seguridad vial.

Magro detalló que se quiere trasladar que hay «tolerancia cero» para un delito «especialmente grave» y «ante la proliferación de casos que se están detectando a nivel local y nacional y por la posibilidad del Código Penal de imponer penas de prisión». En las últimas semanas se han podido ver imágenes de guardias civiles rescatando a un perro del interior de un coche a pleno sol en las calles de Torrevieja, o un la secuencia de un perro arrojándose desde una terraza en Valencia tras pasar horas a la intemperie y sin agua. También las de jóvenes que suben a las redes sociales cómo ahorcan a su perro. Para Magro, este tipo de casos son cada vez más frecuentes y con esta iniciativa pretende ponerles freno.

Tal medida puede reforzarse, además, con la imposición al condenado de la obligación de realizar trabajos en beneficio de la comunidad, consistentes en ayudar en organizaciones o colectivos que se dediquen a la protección de animales o recogida de los que está abandonados.

«Así conseguiremos evitar la reincidencia y la aparente situación de impunidad que en muchas ocasiones parece desprenderse del automatismo que parece existir cuando se adopte la medida de suspensión de la ejecución de la pena en un delito tan grave y despiadado como es el maltrato a los animales», dijo.

La inasistencia al programa podrá suponer la revocación de la suspensión de la pena y, por tanto, el ingreso en prisión del condenado por delito de maltrato animal. Así, según recoge el protocolo, se conseguirá extender la cultura de que el maltrato animal es un delito, que está sancionado ya con pena privativa de libertad (entre tres y dieciocho meses de prisión).

«Quien maltrata a un animal no está en condiciones de tenerlos. El juez puede acordar la pena de 1 a 4 años de prohibición de tenencia de animales», subrayó Magro. Para el efectivo cumplimiento de la pena se estudiará con la Protectora de Medidas concienciar a los establecimientos que vendan animales el pedir un certificado de antecedentes penales a quien vaya a adquirir una mascota.

El presidente de la Audiencia de Alicante recordó que «se castiga también el abandono de animales, práctica muy común cuando quien adquiere un animal no quiere seguir alimentándolo, porque se cansan de ellos, porque llegan las vacaciones y porque lo consideran un estorbo para su vida».

Preguntado sobre los festejos en los que participan animales, Magro aclaró que el Código Penal sanciona el maltrato en espectáculos «no autorizados». «Entonces queda a una cuestión administrativa sobre si el espectáculo está autorizado o no. Si la administración desautoriza el espectáculo será maltrato animal», razonó.