Enrique Ortiz y Rafael no eran aliados para ningún plan defraudatorio e incluso tenían intereses contrapuestos, ya que ambos optaban al desarrollo del mismo plan parcial. Éste fue el argumento planteado por el abogado de Ortiz, el penalista Francisco Ruiz Marco, que aportó a la magistrada hasta tres planos diferentes para tratar de demostrar cuál era la realidad de las fincas cuestionadas y los motivos por los que el promotor estaba interesado en ellas. «Es un hecho notorio que en aquellos años, Hansa y Ortiz competían por el plan parcial Benimagrell-Torres de la Huerta y así lo vamos a demostrar en este juicio», aseguró el letrado a la salida del Palacio de Justicia. Asimismo, durante su informe defendió la veracidad de los contratos firmados entre las dos mercantiles y cuestionó las conclusiones de los peritos de la Agencia Tributaria cuando pusieron en duda que el suelo supuestamente alquilado por una mercantil a la otra fuera una operación simulada. El abogado exigió la comparecencia de los funcionarios de Hacienda en calidad de testigos para preguntarles sobre sus trabajos y que «comparezcan de uno en uno y sin poder comunicarse entre ellos». J. A. M.