La Audiencia de Alicante ha condenado a tres años y medio de cárcel a un trabajador de Correos de la playa de San Juan por colaborar con una red de narcos que enviaba paquetes postales con cocaína desde Argentina y Brasil a la provincia. El fallo declara probado que el procesado se aprovechaba de su condición de funcionario de Correos para aportar los nombres de personas y direcciones de viviendas en las que sabía que no había nadie residiendo en esos momentos. De todas maneras, en el momento en que ocurrieron los hechos, se acababa de jubilar. Una vez que llegaba el paquete a la oficina donde trabajaba, interceptaba el envío aprovechando que era él el encargado de repartirlo, y rellenaba con datos ficticios la hoja de recogida. La droga era entregada a otros dos acusados, a quienes la sala ha impuesto la misma pena.
Todos los acusados se declararon culpables en el juicio celebrado hace dos semanas en la Audiencia Provincial, lo que facilitó que la vista se pudiera cerrar con una conformidad.
Según el fallo, los acusados habían logrado introducir hasta cuatro paquetes con droga mediante este sistema desde octubre de 2012. Los tres primeros no se detectaron y fue el cuarto el que motivó la operación policial en octubre de 2013.
La Policía española detectó el paquete con cocaína que procedía desde Argentina, motivo por el que desde un juzgado de Madrid se autorizó una entrega controlada del paquete. El cartero acusado se había jubilado pocos días atrás y se presentó en la oficina postal, aprovechándose de la amistad con los otros empleados, presentando un papel manuscrito con el nombre del destinatario del paquete y diciendo que era amigo suyo. En el momento en que recogió el paquete, fue detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía que estaban a la espera de ver quién se presentaba en la oficina postal a recoger ese envío. El cartero declaró a los agentes que la droga no era para él, sino que lo tenía que entregar a otro de los acusados a cambio de 400 euros. El procesado se mostró dispuesto a colaborar con la Justicia, diciendo las otras personas que estaban implicadas en la trama de envíos de droga.
Dentro del paquete se encontró un kilo y medio de cocaína impregnada en cuatro manteles. La droga hubiera alcanzado un valor cercano al medio millón de euros en el mercado negro. La sala ha declarado probado que los acusados se prestaron a intervenir en los hechos por su adicción a las drogas, hecho por el que se ha reducido la pena que inicialmente se le reclamaba desde la Fiscalía. La sala les ha impuesto una multa de 42.000 euros por la droga intervenida.
