El juzgado de lo Penal número 3 de Alicante inició ayer el juicio al rejoneador Manuel Manzanares y a un amigo suyo por la agresión sufrida la madrugada del 1 de noviembre de 2011 por un joven que estuvo varios días en coma. El rejoneador se enfrenta a sendas multas por valor de 500 euros que solicita inicialmente la Fiscalía por una falta de amenazas y otra de maltrato de obra sin causar lesión, mientras que para el otro acusado, considerado autor material del puñetazo que causó las graves lesiones al joven, el ministerio público pide que le condenen a 18 meses de prisión y que indemnice a la víctima con 12.860 euros por las heridas y secuelas.

Por contra, la acusación particular, ejercida por el abogado Juan Miguel Gualda, pide sendas penas de 21 meses de prisión para los dos acusados y el alejamiento de la víctima, aunque alternativamente plantea para Manuel Manzanares la misma multa que reclama la Fiscalía. En cuanto a la indemnización reclama que los procesados abonen al agredido 39.791 euros por las lesiones y secuelas. Las defensas piden la absolución de ambos.

El amigo de Manzanares negó ayer en el juicio que fuera el autor material del puñetazo que recibió un joven junto a la discoteca Z en la calle Coloma de Alicante. El rejoneador, defendido por el abogado Ignacio Gally, también rechazó la versión de las acusaciones pública y particular, según la cual la víctima entabló en la discoteca una conversación con la novia de Manzanares y el rejoneador se acercó con su amigo y mantuvieron una discusión en la que le amenazó de muerte y le dijo que «él era el amo» y que «si quería le echaban de la discoteca para darle una paliza». A continuación le empujó y le amenazó de muerte, momento en que los porteros echaron a todos los implicados, según el fiscal.

Una vez en la calle, añade la Fiscalía y la acusación particular, rodearon a la víctima y Manuel Manzanares continuó con las amenazas y lanzó golpes al joven, pero no le alcanzaron porque los amigos del agredido lo impidieron. El otro acusado apartó a la víctima del grupo con la excusa de que ya no pasaba nada y cuando parecía que se alejaba se giró y le dio un puñetazo en la cara al joven. Cayó al suelo, estuvo inconsciente varios minutos y tuvo convulsiones, lo que aprovecharon los acusados para huir, según las acusaciones.

Manzanares negó ayer que le amenazara de muerte ni que incitara a nadie. Dijo que fue la víctima quien empezó la discusión y que incluso le golpeó a él dentro de la discoteca. Su amigo dijo que no fue el autor material del puñetazo, mientras que el mozo de espadas de Manzanares, que en su día se autoinculpó de ser el agresor pero el juzgado le retiró la acusación, mantuvo de nuevo en la vista oral que el puñetazo al joven lo dio él.

Los amigos del agredido ratificaron que el acusado junto con Manzanares fue quien le dio el puñetazo, mientras que otros testigos aportados por la defensa lo negaron.

El joven tardó 127 en curarse y a causa de la agresión tiene como secuelas un trastorno por estrés postraumático, cefaleas, síndrome postraumático cervical y dolor en «los últimos grados de apertura de la articulación temporomandibular», según el fiscal. La vista oral concluirá la próxima semana con el visionado de un vídeo y los informes de acusaciones y defensas.