La Fiscalía de Alicante ha solicitado penas que suman diez años de prisión para los tres acusados de agredir a dos hermanos el pasado mes de marzo para robarles un coche Mercedes y no poder consumar la sustracción al no saber conducirlo porque era automático, aunque antes de huir se llevaron un teléfono móvil del interior. A dos de los procesados les pide tres años de prisión y al otro cuatro años, ya que tiene una condena anterior por un robo en una vivienda habitada. El ministerio público también solicita multas por valor de 3.200 euros por las lesiones causadas a las víctimas y los daños ocasionados en el turismo. El juicio se celebrará a finales de este año después de que se suspendiera recientemente en un juzgado de lo Penal en Alicante.

De acuerdo al escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, los hechos ocurrieron sobre las seis de la madrugada del pasado 20 de marzo en la avenida Oscar Esplá de Alicante. Los acusados, uno de ellos defendido en la causa por el abogado Antonio Gascón, circulaban en un coche por la mencionada avenida y se situaron junto a un turismo Mercedes ocupado por dos hermanos.

Al llegar a un semáforo en rojo se detuvieron, momento en el que los acusados, según el fiscal, bajaron de su coche y empezaron a escupir sobre el Mercedes y a causar daños en el limpiaparabrisas y carrocería con la intención de que las víctimas se apearan del vehículo. Así lo hicieron y los tres acusados «empezaron a agredirles de forma violenta» con la intención de apoderarse del coche.

Mientras seguían dos de los acusados golpeaban a las víctimas, el tercero se montó en el Mercedes y lo arrancó para robarlo. Sin embargo, «al ser automático y no saber manejarlo» dio varios acelerones y frenazos sin poder darse a la fuga con el turismo, según se recoge en el escrito del ministerio público. En ese momento el dueño del coche logró abrir la puerta del coche para tratar de recuperar las llaves e impedir el robo, pero el ladrón que estaba dentro forcejeó con él violentamente mientras los otros dos le agredían desde el exterior.

Imposibilidad de escaparse

El ladrón que estaba dentro del coche desistió finalmente de sus intenciones ante la imposibilidad de escaparse con el coche automático y optó por salir corriendo junto a los otros dos asaltantes. Los tres se marcharon en el coche con el que llegaron, pero durante el suceso lograron apoderarse del teléfono móvil de uno de los dos hermanos, valorado en 280 euros.

La huida de los ladrones no duró mucho tiempo porque la Policía Nacional fue alertada del suceso y logró capturar poco después de los implicados. Los dos hermanos recibieron asistencia sanitaria a causa de la agresión.

La Fiscalía acusa a los procesados de un delito de robo con violencia, dos delitos leves de lesiones y un delito leve de daños. El coche que intentaron robar sufrió daños que han sido tasados en 337 euros.

Además de las multas y la pena de prisión, el fiscal solicita para los acusados la prohibición de acercarse a las víctimas, tanto a su domicilio como a su trabajo o a cualquier lugar frecuentado por los dos agredidos.