El juzgado de guardia de Alicante envió ayer a prisión al detenido como presunto autor material del crimen del hombre que apareció descuartizado este verano en dos maletas en las lagunas de Rabasa, mientras que los otros tres arrestados quedaron en libertad provisional acusados de encubrimiento, según confirmó ayer este diario en fuentes judiciales. Todos ellos negaron ayer cualquier participación en el crimen, mientras que el presunto autor material de la muerte apuntó a que el autor podría ser otra persona.
Los implicados se conocían entre sí y todos ellos apenas tienen más de 21 años de edad. La Fiscalía considera que de la investigación realizada por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía hay indicios para pedir la prisión para el considerado autor material del crimen, de nacionalidad rusa. A los otros tres implicados, una mujer ucraniana y dos ecuatorianos, que quedaron en libertad provisional se les considera presuntos encubridores y deberán seguir personándose en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes mientras se mantengan los cargos contra ellos.
La investigación policial arrancó el pasado mes de julio a raíz del macabro hallazgo de un cadáver descuartizado en las lagunas de Rabasa en el interior de dos bolsas de viaje que unos bañistas vieron flotando en el agua. En el interior se encontraba un cuerpo en avanzado estado de descomposición y del que los agentes tuvieron dificultad hasta para obtener huella alguna que le permitiera identificarle. Una vez determinada la identidad del cadáver, un hombre de nacionalidad búlgara, la investigación se centró en personas de su entorno y ése fue el hilo del que fue tirando la Policía para identificar a los participantes del crimen. Según la investigación, uno de ellos mató a la víctima tras mantener con él una violenta discusión, mientras que los otros dos ecuatorianos le ayudaron a deshacerse del cadáver y la mujer le habría ayudado limpiando los restos del crimen de la vivienda. Los cuatro fueron detenidos el lunes y ayer a primera hora de la mañana pasaron a disposición del juzgado de Instrucción número dos de Alicante en funciones de guardia, que es el mismo que tiene abierta la investigación por el homicidio.
Las declaraciones comenzaron hacia las 13.00 horas de ayer y se prolongaron casi hasta las 16.00. La más larga y extensa fue la del acusado de ser el presunto autor material del homicidio y que se prolongó por espacio de hora. Para los otros tres, apenas se llegó a la media hora para cada uno.
Aunque el contenido de las declaraciones no ha trascendido, ya que la causa seguía ayer declarada como secreta, las fuentes consultadas por este diario señalaron que el presunto autor del crimen ha manifestado que quería al fallecido como a un familiar y confirmó que éste pasó un tiempo viviendo en su casa de manera temporal. En su testimonio, el acusado ha desviado las culpas hacia otra persona desconocida, de quien no ha aportado ningún dato. De las declaraciones no se ha podido determinar un móvil claro del crimen, pero de lo manifestado se podría desprender que existía una mala relación entre el agresor y su víctima, unas diferencias que vendrían tanto por motivos económicos como por motivos personales. El delegado del gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, apuntó a que el detenido es hijo de la novia del fallecido.
El presunto autor del crimen fue asistido por la abogada María Eugenia Montes, mientras que la novia de éste por la letrada María Moncho, y los dos ecuatorianos por Ángel Villalón y Javier Toledano.
Entre los dos encubridores y el arrestado se habría estrechado una fuerte amistad durante el tiempo en que coincidieron en un centro de menores de Alicante. Ayer, familiares y amigos esperaban a la salida del juzgado de guardia a los detenidos que, mientras eran conducidos por los pasillos por la Policía, gritaban que eran inocentes y que ellos no había hecho nada. «Que vengan las cámaras que yo no soy culpable, ni nada», dijo uno de ellos. Hacia las 17.00 horas, los implicados liberados se marchaban a su casa; mientras que el presunto agresor salía esposado en el furgón policial hacia la cárcel de Villena, dado que en ese centro penitenciario ahora un módulo especial para él por ser menor de 21 años. Antes de ir a prisión, el sospechoso dedicó una peineta a los fotógrafos.
Gaspar Martínez Osuna
