Se estrecha el cerco para los fugitivos británicos en la provincia. El litoral alicantino es desde hace décadas refugio, junto con la Costa del Sol, para los huidos de la Justicia del Reino Unido, pero en los últimos años se han intensificado las campañas para localizarlos, con difusión incluida de las imagenes de los principales criminales, y entre 2012 y 2015 la Guardia Civil ha apresado a 275 británicos a los que se había puesto el cartel de «Se busca».

Muchos de ellos contaban con una requisitoria nacional española y un buen puñado de ellos -24- tenían o una orden europea de detención y entrega o una orden internacional de búsqueda y captura emitidas no sólo por España, sino también por otros países como Alemania, Bélgica o Francia.

El número de reclamados internacionalmente y capturados en España aumenta cada año. Así, se ha pasado de tres en 2012 a diez en 2015.

La Costa Blanca, la Costa del Sol y los dos archipiélagos son las zonas preferidas en las que el británico buscado por la Justicia intenta esconderse porque, de hecho, puede pasar más desapercibido entre las colonias de compatriotas.

Como dice gráficamente un investigador de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, desde Dénia hasta Cádiz, la costa ofrece al fugitivo un buen número de núcleos turísticos donde camuflarse, donde puede moverse con relativa tranquilidad sin tener que hablar una palabra de español. Porque entre una mayoría de británicos «gente de bien» que acaban recalando en la costa para disfrutar de un clima benigno, algunos delincuentes han querido zafarse de la Justicia de su país y de las fuerzas de seguridad española mezclándose en esas colonias.

Sin embargo, su escondite ha sido descubierto en un número importante de ocasiones y, de hecho, los fugitivos británicos se sitúan entre los cinco primeros puestos en cuanto a la procedencia de los reclamados a España por orden europea o internacional.

Delitos

Alicante, Málaga, Valencia, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria y Baleares son las zonas en las que la Guardia Civil ha llevado a cabo la mayoría de las detenciones de los reclamados por delitos cometidos en su país o en otros y relacionados, sobre todo, con el fraude a la Hacienda Pública, el blanqueo de capitales y el tráfico de drogas.

También por lesiones, homicidios y abusos sexuales a menores. Sobre este último delito, las fuentes consultadas quieren llaman la atención en la persecución a los pederastas por parte del Reino Unido. Y lo explican: «No es que allí haya más pedófilos que en otros países, sino que se les controla muchísimo, se les persigue más y se les hace un seguimiento continuo», incluso cuando ya ha cumplido condena.

Son frecuentes las campañas de «Operación Captura» con las que la organización Crime Stoppers hace públicas las fotos de los más buscados en España. La última, impulsada el pasado año, incluía entre los diez fugitivos más buscados a tres por delitos sexuales. El resto eran por narcotráfico. Ocho de ellos están ya entre rejas.

No hay un perfil concreto del huido británico, pero los investigadores sí han comprobado que las organizaciones criminales dirigidas por ellos son más estructuradas, más compactas, más «organizadas» en consonancia con el desarrollo del país. Quizá por eso son más difíciles de perseguir. También porque hacen uso de fuertes medidas de seguridad y de comunicaciones encriptadas y más sofisticadas.

Aún así, caen. Porque, como se ha comprobado, algunos huyen a España pero siguen delinquiendo.

Un ejemplo es Michael James Roden, a quien se le buscaba en el Reino Unido por tráfico de drogas. El Grupo de Huidos de la Justicia de la UCO lo encontró en Alicante, donde vivía, aunque su negocio de marihuana lo tenía en una localidad granadina, vigilado por un chileno y un georgiano. Le gustaba jugar a la playstation y comer chocolatinas de una determinada marca. La Guardia Civil le «borró» de la lista de los diez fugitivos más buscados por el Reino Unido gracias a una investigación iniciada en Orihuela.

Para llevar a cabo estos arrestos, cada vez es más importante la coordinación de las autoridades españolas y británicas. Gracias a ello, la «Operación Captura» sigue abierta en la provincia.