Pacientes que se revuelven al despertar en la ambulancia. Un juzgado de lo Penal de Alicante sentará en el banquillo a un hombre acusado causar destrozos en el vehículo sanitario que le recogió tras sufrir un desvanecimiento mientras montaba en bicicleta. La Fiscalía le acusa de un delito de daños y reclama el pago de una multa de 4.320 euros, así como el abono de los desperfectos causados en el vehículo sanitario, que fueron tasados en 1.008 euros. Sin embargo, la defensa plantea que el acusado se encontraba en ese momento en estado de shock y no sabía lo que hacía.
Los hechos ocurrieron el 22 de noviembre de 2012 cuando los efectivos sanitarios fueron a atender a un ciclista que se encontraba desvanecido en la carretera después de haberse caído de la bicicleta hacia las 16.00 horas. La ambulancia, en la que viajaban el conductor y un camillero, le trasladó al Hospital Comarcal de la Marina Baixa para que le reconocieran.
Según relata el escrito de acusación del fiscal al que ha tenido acceso este diario, en mitad del trayecto el hombre se despertó muy alterado y comenzó a gritar preguntando dónde estaba su bicicleta.
El estado de agitación era tal que el conductor paró la ambulancia cuando se encontraban a escasa distancia del centro sanitario para tratar de calmar al paciente. Lejos de tranquilizarse, éste comenzó a lanzar varios efectos de la ambulancia al exterior, ente ellos parte del equipo médico que tenían a bordo.
Los desperfectos causados han sido tasados por el perito en 1.008 euros. El ministerio público le reclama que abone estos destrozos, las costas del proceso, así como una multa de doce meses con una cuota diaria de doce euros por un delito de daños. El escrito del fiscal no dice nada de que el personal sanitario del vehículo sufriera lesión alguna mientras trataba de calmar al paciente, por lo que parece que en el incidente sólo hubo que lamentar daños materiales.
Estado de desorientación
La defensa ha planteado que el acusado no era responsable de lo que estaba haciendo cuando ocurrieron los hechos y achaca su comportamiento al estado de desorientación en el que se encontraba tras haberse despertado en un entorno que le era extraño, sin saber ni qué había ocurrido, ni dónde estaba su bicicleta. Sin embargo, la Fiscalía entiende que el acusado es imputable por estos hechos y que en todo momento tuvo el ánimo de menoscabar el patrimonio ajeno, según recoge en su escrito de acusación.
La causa ha entrado recientemente en un juzgado lo Penal de Alicante para que ponga fecha para el juicio, aunque, dado el colapso judicial existente, la vista todavía podría demorarse varios meses.
