La Unidad Canina de la Policía Local de Alicante ha detenido a un pasajero en la estación de autobuses con medio kilo de hachís que llevaba repartido en placas adheridas al cuerpo, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

La intervención se realizó sobre las 9 horas de la mañana del jueves, cuando los agentes subieron a un autobús procedente de Algeciras para realizar uno de los controles rutinarios que se vienen realizando en las llamadas "líneas calientes", ya que son las rutas más habituales utilizadas para el transporte de sustancias estupefacientes, sobre todo hachís.

Durante la inspección, Inka, la perra de la unidad con más incautaciones, marcó de forma clara a uno de los pasajeros, un ciudadano marroquí de unos 40 años, por lo que los agentes procedieron a bajarlo del bus y a realizar una inspección, ya que aparentemente no portaba nada encima, según el comunicado.

Al proceder a su cacheo, los policías descubrieron que el pasajero llevaba una especie de faja en cuyo interior cosido había cinco placas de hachís, por lo que procedieron a su detención. Junto al medio kilo de hachís se han intervenido tres teléfonos móviles, dos tarjetas vírgenes de teléfonos móviles y dinero en efectivo.