Hasta siete menores de edad declararon ayer en la Audiencia de Alicante como víctimas en tres procesos diferentes por presuntos abusos sexuales. Una de las niñas, de tan solo cuatro años de edad, finalmente no tuvo que testificar al renunciarse a su testimonio. Dos de los casos enjuiciados ayer en la Audiencia eran el de dos abuelos acusados de haber abusado sexualmente de sus respectivas nietas en Alicante y en Altea respectivamente. El tercer proceso es el del ex entrenador de futbol infantil acusado de abusar de menores en su casa en Novelda y en la sesión de ayer testificaban los cinco jóvenes de entre 12 y 17 años que supuestamente sufrieron los abusos. Los tres casos quedaron ayer vistos para sentencia. La propia Audiencia se vio desbordada ya que no había biombos suficientes para que estos testigos pudieran declarar sin que vieran a sus presuntos agresores.
El primero de estos casos se denunció en Altea, donde la madre de la menor sorprendió in fraganti al compañero sentimental de la abuela, de 85 años, haciendo tocamientos a la niña, de tan sólo cuatro años. El hombre está en prisión preventiva desde el pasado mes de marzo de este año por estos hechos. La investigación determinó que los supuestos abusos se remontaban a antes de diciembre del año pasado, cuando la madre llevaba a la niña a visitar a su abuela. En los momentos en que el compañero de ésta se quedaba solo con la pequeñas aprovechaba para hacerle tocamientos e incluso lamerle los genitales, según el escrito de acusación al que ha tenido acceso este diario. Tanto el fiscal, como la acusación particular, que ejerce el abogado Agustín Ribera, reclamaron una pena de cinco años de cárcel. En el juicio de ayer, la defensa llegó a pedir la declaración como testigo de la propia niña, que llegó a ir al juicio, aunque estuvo aislada para no tener contacto visual con el acusado. Al final se renunció a su testimonio, al que tanto el fiscal como la acusación se negaban, y bastó con la declaración de la perito que entrevistó a la pequeña. El acusado adujo ayer que fue la niña quien le incitó a que le tocara.
El segundo caso es el de otra niña de 9 años de quien supuestamente abusó el exmarido de su abuela en el domicilio familiar en Alicante. Los hechos se habrían producido entre los meses de marzo y junio de 2014 y en al menos diez ocasiones. Esta vez, la niña, que tiene hoy once años de edad, sí que tuvo que declarar en el juicio, acompañada de su madre y de su abuela. La pequeña vivía temporalmente con los abuelos, mientras la madre estaba en Estados Unidos. Cuando regresó con ella, le contó lo que había ocurrido en Alicante en casa de los abuelos, que estaban en proceso de separación. El fiscal pidió una pena de cinco años de cárcel.
En el tercer proceso declaraban los cinco menores que supuestamente sufrieron abusos en el domicilio de un exentrenador de futbol infantil de Novelda, en cuya casa vieron películas pornográficas. Los jóvenes declararon por videoconferencia desde otra planta del edificio en una comparecencia que fue a puerta cerrada. La fiscal rebajó de 30 a 20 los años de cárcel que pedía al acusado al no considerar probado que existieran relaciones sexuales con penetración. El acusado, que está defendido por el letrado Javier Carbonell, alega que es una trampa de dos madres y sólo admite que los niños pusieron una película pornográfica una vez en la casa.
