Bajo gritos de «¡asesino!», insultos y familiares de las víctimas clamando Justicia, Leonardo M. C. abandonó ayer los Juzgados de Llíria rumbo al centro penitenciario de Picassent después de que la jueza de Instrucción número cuatro de Llíria, competente en materia de violencia sobre la mujer, acordara su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza. El presunto asesino está acusado de matar a tiros a su exmujer y a la madre de ésta, en presencia del hijo de 3 años de la pareja, tras abordarlas en una calle de Llíria el pasado domingo.

Para evitar posibles incidentes con la familia de las víctimas, la Guardia Civil había establecido un cordón policial de seguridad desde buena mañana con agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) de Valencia. No obstante, la salida del acusado de los juzgados se produjo ayer sin altercados y solamente se acercó un pequeño grupo de familiares, quienes increparon al detenido en un grito desesperado de desahogo tras el duro golpe recibido pero mostrando en todo momento una actitud ejemplar. Del mismo modo, la familia del acusado prefirió también no estar presente en el pase a disposición judicial condenando así también su deplorable acción.

El acusado se acogió nuevamente a su derecho a no declarar, como ya hizo ante la Guardia Civil, y lejos de reconocer los hechos, como cabría esperar tras haberse entregado voluntariamente seis horas después de cometer sus crímenes, Leonardo se niega ahora a confesar la autoría de las muertes. La defensa de éste, ejercida por el despacho Zapata, Bermúdez, Pons y Asociados, incluso apunta la posibilidad de que los disparos fueran efectuados por otro hombre que iba con él y que todavía no ha podido ser localizado. «Ninguno de los testigos lo ha identificado», aseguraron fuentes jurídicas.

No obstante, las investigaciones de la Guardia Civil no dejan lugar a las dudas, y pese a que el arma homicida todavía no ha podido ser encontrada, todas las pruebas situan al excompañero sentimental de Elvira como el único autor de su muerte y la de su madre.