La Audiencia de Alicante ha condenado a 12 años de prisión a un camionero acusado de haber violado a una menor que padece una discapacidad intelectual en el municipio de Petrer, a la que deberá también indemnizar con 10.000 euros por las lesiones, las secuelas y el daño moral sufridos, informa Efe.

La sentencia, hecha pública hoy, recoge que el procesado se ofreció el 6 de abril de 2013 a llevar a casa a la niña, de 14 años entonces, cuando ésta se hallaba esperando un autobús en Petrer para regresar a su domicilio de la vecina localidad de Sax.

La menor rehusó el ofrecimiento y comenzó a caminar hacia una gasolinera cercana para llamar a un familiar y pedirle que la recogiera, pues se había quedado sin batería en el teléfono móvil.

El procesado aprovechó entonces ese momento para agarrarle de un brazo e introducirla por la fuerza en la cabina del vehículo, donde empezó a someterla a tocamientos, le dio dos bofetones y abusó sexualmente de ella.

La víctima, que tiene una discapacidad intelectual que le hace fácilmente sugestionable e influenciable, según los médicos, se resistió, pero el camionero consumó la agresión sexual con una violación y luego la llevó en camión hasta un centro comercial de la zona.

Según la sección tercera de la Audiencia de Alicante, la menor, que está tutelada por la Generalitat desde 2014, sufrió a causa de este episodio un trastorno por estrés postraumático que le hace tener recuerdos desagradables y recurrentes sobre lo ocurrido, pesadillas y dificultad para dormir sola.

El tribunal ha llegado a la convicción de que el procesado cometió el delito a partir de las declaraciones de la propia víctima, que considera plenamente creíble, y de un informe biológico sobre ADN.

La Audiencia de Alicante recuerda que la menor ha mantenido la misma versión a lo largo del tiempo y cualquier contradicción existente entre sus distintas declaraciones es mínima y deriva de la "confusión que esta clase de hechos" origina a las víctimas.

Por otro lado, un informe del Instituto Nacional de Toxicología confirmó que los restos de semen hallados en la zona genital de la menor pertenecían al acusado, quien había negado en todo momento que llegara a penetrarla.