Vendía toallas del Real Madrid falsificadas pero no sabía que eran falsas. Con estos argumentos, la Audiencia de Alicante ha confirmado el archivo de una denuncia del club de fútbol contra un empresario de productos textiles en un comercio de Elche por la venta en su establecimiento de 83 toallas falsificadas del Real Madrid, según la resolución hecha pública ayer por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Sin embargo, la sala acuerda la destrucción del material intervenido por tratarse de productos de ilícito comercio.

La investigación comenzó el juzgado de Instrucción número nueve de Alicante que, a comienzos de este año, decretó el archivo de las actuaciones. El Real Madrid presentó un recurso de apelación ante la Audiencia.

«Lo único que está fuera de duda es que las toallas las adquirió la mercantil, no constando que el imputado conociera su falsedad», dice el auto. La resolución incide en que la empresa las había comprado a otra que fue licenciataria de la marca y que mantuvo relaciones comerciales con distintas empresas, entre ellas la del imputado en este procedimiento.

La sala considera que durante la investigación se han practicado todos las diligencias que se han considerado necesarias para determinar la naturaleza y circunstancias de los hechos y «no han aparecido indicios justificados de que se haya perpetrado el supuesto delito denunciado». En el auto se recuerda la necesidad de no alargar innecesariamente la instrucción, «una vez constatada suficientemente la inexistencia de indicios de racionalidad»

Sin embargo, los magistrados han aceptado la petición del club de futbol para que las toallas falsificadas sean destruidas, aunque se dejará una muestra de prueba al tratarse de un archivo provisional y, en el caso de que aparecieran nuevas pruebas, se pudiera reabrir el caso en un futuro. Los jueces dicen que no se ha cuestionado que las toallas sean objeto de ilícito comercio y «se trata de productos que no pueden volver al mercado y su almacenamiento únicamente generaría gastos y perjuicios innecesarios».