Un preso será condenado a tres años de prisión después de confesar que robó un coche e intentó atropellar con él a un policía local durante la celebración de las fiestas de Moros y Cristianos del barrio alicantino de Altozano el pasado mes de agosto, según han informado hoy fuentes de la fiscalía.

El juicio por estos hechos se ha celebrado hoy en el Juzgado de lo Penal número 1 de Alicante y se ha saldado con un acuerdo de conformidad entre la acusación pública y la defensa.

El acusado, I.D.N., que se encuentra en prisión preventiva desde su arresto, se ha declarado culpable de un delito de conducción temeraria, otro de hurto de uso de vehículo a motor y de un delito de atentado, por los que ha aceptado una pena de tres años y un día de cárcel, un año de privación del carné de conducir y el pago de dos multas.

La conformidad incluye la aplicación en su beneficio de la atenuante de drogadicción y un forense deberá determinar ahora el grado de esa toxicomanía, con la finalidad de que su estancia en la cárcel sea suspendida a cambio de un tratamiento de desintoxicación, según las mismas fuentes.

Los hechos juzgados hoy sucedieron sobre las 21.45 horas del pasado 13 de agosto, cuando I.D.N. sustrajo un vehículo del interior de un concesionario ubicado en la avenida de Dénia de Alicante.

Según ha admitido el propio reo, al observar la presencia de una patrulla policial, se saltó un semáforo en rojo y aceleró la marcha, lo que motivó que los agentes emprendiesen su persecución.

En el transcurso de esta fuga, se saltó otros muchos semáforos,

tomó varias calles en dirección prohibida y a punto estuvo de colisionar contra un autobús en la llamada Vía Parque.

El procesado se introdujo a toda velocidad en el barrio de Altozano, que celebraba esos días sus fiestas de Moros y Cristianos y estaba atestado por ello de viandantes, con calles cortadas por la presencia de barracas.

Irrumpió en medio de un desfile de caballos y un policía local tuvo que efectuar un disparo contra la luna delantera del vehículo para proteger su vida y la del resto de ciudadanos, según relata el fiscal en su escrito de acusación, pues el conductor ignoró las órdenes y se dirigía ya contra la terraza de una horchatería que estaba repleta de gente.

Incluso llegó a subirse encima de una acera y estuvo a punto de atropellar a unos peatones que cruzaban por un paso de cebra, si bien, finalmente, pudo ser interceptado por la Policía unos doscientos metros más adelante, en las proximidades del Hospital General de la ciudad.