El asesinato de la pequeña Asunta Basterra Porto, de 12 años de edad y cuyo cuerpo apareció en una pista forestal del municipio coruñés de Teo el 22 de septiembre de 2013, llega al fin a juicio. O al menos todo está preparado para que la vista oral comience mañana en la Sección Sexta de la Audiencia con sede en Santiago. El primer paso es la formación del tribunal popular que juzgará a sus padres, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, acusados de pactar un plan de muerte para asesinar a la pequeña que habían adoptado en China cuando apenas tenía un año.

La formación del jurado popular, con nueve titulares y dos suplentes, ya obligó en junio a posponer el juicio al no reunirse el número mínimo de candidatos tras las recusaciones. En principio, los 25 candidatos actuales son todos válidos, salvo error u omisión en el cuestionario que han remitido a la Audiencia, pero acusaciones y defensas pueden impugnar sin causa a cuatro de los seleccionados y recusar a aquellos que incumplan alguno de los requisitos como tener ya predeterminado el veredicto de culpabilidad. Buscan un jurado íntegro, sin contaminar y que no los haya sentenciado ya. Una vez formado el tribunal ya no habrá impedimentos para celebrar la vista oral y el futuro de los padres de la pequeña estará en sus manos.

Este tribunal, ante el que declararán un total de 84 testigos y 60 peritos, tendrán que decidir si fueron sus padres, si idearon un plan y el papel que tuvo cada uno.

Lo que está claro es que Asunta murió drogada y asfixiada. La autopsia y las pruebas practicadas en la instrucción del asesinato de Asunta determinaron que murió por asfixia y había sido sedada previamente con Loracepán para anular su voluntad antes del crimen. Además, los meses previos también ingirió ansiolíticos, a tenor de los análisis de su cabello, lo que lleva al fiscal y a la acusación popular, que ejercita la Asociación Clara Campoamor, a acusar a Rosario Porto y Alfonso Basterra de idear juntos un plan para matar a la niña.

El Ministerio Público solicita 18 años de cárcel para cada uno y la asociación 20. Así, sostienen que pese al divorcio, el matrimonio retomó la vida en común con dos viviendas abiertas tras un ingreso hospitalario de Rosario Porto, que se pusieron de acuerdo para suministrarle Loracepán, que tenía prescrito Rosario, y que fue su padre quien retiró varias cajas de distintas farmacias. Las acusaciones incluso apuntan a que existió un ensayo previo del crimen cuando la noche del 4 al 5 de julio un «hombre de negro» entró en la habitación de Asunta y esta le escribió a una amiga: «hoy han intentado matarme».

Los puntos fijados por el magistrado presidente del tribunal y a los que tendrán que dar respuesta el jurado popular a partir de mañana son los siguientes:

Si los acusados y su hija Asunta comieron juntos en el domicilio Alfonso Basterra el 21 de septiembre de 2013 y si puestos de común acuerdo y con la intención de acabar con la vida de la niña le suministraron una cantidad tóxica de Loracepán para posteriormente, cuando hiciera efecto, asfixiarla.

Si Rosario Porto, siguiendo un plan acordado con Alfonso Basterra ese mismo día después de las 18.00 horas llevó a su hija Asunta a la casa familiar sita en Montouto, Teo, en su vehículo Mercedes.

Si los acusados asfixiaron a su hija comprimiéndole boca y nariz en un momento comprendido entre que la menor fue llevada a la casa de Teo y las 20.00 horas, tiempo máximo en que fija la autopsia la muerte de la pequeña.

Si ataron a la niña por los brazos y los tobillos en un momento próximo a la muerte pro medio de unas cuerdas de plástico de color naranja.

Si los dos trasladaron el cuerpo de la niña a la cuneta de una pista forestal del lugar de Feros (Teo), que dista de la casa familiar unos 4 kilómetros.

Si ambos actuaron de acuerdo , el presidente de del Tribunal Popular que juzgará a Alfonso Basterra y Rosario Porto pro la muerte de su hija, establece también como hechos justiciables relativos al grado de ejecución del delito y participación de los acusados y circunstancias concurrentes. Así, de considerarse que ambos participaron en un plan preconcebido, el jurado tendrá que pronunciarse sobre si los hechos fueron ejecutados por ambos de forma voluntaria y directa.

Asunta, sedada y sin posibilidad de poder defenderse. El jurado tendrá que valorar, en el caso de considerar que sus padres la sedaron y la asfixiaron, si Asunta Yong Fang Basterra Porto no pudo defenderse de modo efectivo porque estaba bajo efecto del medicamento que con este fin le habían suministrado los acusados.