«O hablas conmigo o te pego fuego». Esa fue la amenaza previa de un detenido en la madrugada de ayer por rociar presuntamente con alcohol a su compañera sentimental en el domicilio de éste, en el barrio de Benicalap, en Valencia. La víctima, de 37 años y nacionalidad brasileña, permanece hospitalizada con quemaduras de primer grado en el cuello y el hombro. La mujer se refugió en el baño de la vivienda pero su presunto maltratador rompió a golpes la puerta.

El presunto agresor, un español de 41 años, fue detenido por la Policía Nacional y será puesto a disposición judicial hoy. Hasta el momento el arrestado, que cuenta con varios antecedentes por detención ilegal y malos tratos, ha defendido su inocencia y ha alegado que fue la supuesta víctima quien se roció con el líquido inflamable y se prendió fuego.

La mujer contaba con una orden de protección desde mediados de julio tras presentar una denuncia por supuestos malos tratos contra su pareja. Según ha podido saber este periódico, un Juzgado de Instrucción de Paterna dictó una orden de alejamiento contra el ahora detenido, aunque en el momento de la agresión ambos se encontraban juntos en el domicilio de él, situado en la avenida Burjassot de Valencia.

De hecho, las fuentes consultadas insistieron en que pese a dicha orden de la alejamiento, que les impedía estar juntos, la víctima estaba conviviendo en casa de él y era ella quien consentía el quebrantamiento de la medida cautelar. No obstante, esta circunstancia por desgracia suele darse con cierta frecuencia en casos de víctimas de malos tratos cuya dependencia afectiva u económica de sus agresores les impide alejarse de ellos.

Conviene remarcar la importancia de que, además de denunciar el maltrato, las mujeres con ordenes de protección no ayuden a sus maltratadores a incumplirlas con la falsa creencia de que van a cambiar pues están poniendo en riesgo su vida y dificultan así la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad que las protegen.

Varias llamadas

Los hechos se produjeron en torno a las tres de la madrugada de ayer cuando la Policía Nacional recibió varias llamadas alertando de un incidente en un domicilio de la avenida Burjassot de Valencia. «¡Una ambulancia, llamen a una ambulancia!», relata Francisco, un vecino que se vio sobresaltado por los gritos. «No sabíamos de dónde venían pero parecía como si le estuvieran pegando a una mujer», añadió otra vecina.

Entre los requirentes se encontraba el hombre que posteriormente sería detenido, quien telefoneó e informó de que su novia se había rociado con alcohol y prendido fuego durante una discusión. No obstante, varios testimonios recabados en el lugar por la Policía, así como la propia versión de la supuesta agredida, que estaba consciente, señalaban al compañero sentimental como presunto autor de la agresión.

Además, la Policía comprobó que la mujer tenía una orden de protección vigente gestionada por la comisaría de Paterna y que el sospechoso había sido denunciado en julio. Así, se procedió a la detención de este hombre como presunto autor de la agresión a su pareja y la víctima fue trasladada a la Unidad de Quemados de La Fe.