El presunto descuartizador de La Torre de les Maçanes ha atribuido esta mañana el crimen al consumo de drogas y ha asegurado que ni siquiera era consciente de haber matado a su víctima. El juicio ha comenzado esta mañana en la Audiencia de Alicante con un jurado popular. El fiscal y las acusaciones reclaman para él penas que suman más de 27 años de prisión por haber matado a golpes a su novia y descuartizar después el cuerpo. Los hechos ocurrieron en octubre de 2013 en la casa de campo en la que ambos convivían en La Torre de les Maçanes.

El acusado ha asegurado esta mañana que tuvo una recaída en la droga tras haber dejado la medicación con la que pretendía superar su adicción. Según dijo, las pastillas le provocaban mareos, dolores de cabeza y calambres en las manos, motivo por el que el día del crimen fue al médico en Benidorm para que le vieran. Al salir de la consulta, decidió ir a comprar droga y fue a una casa donde además de cocaína le dieron una droga que no supo identificar. El acusado aseguró que no sabe ni cómo pudo conducir de vuelta a la Torre desde Benidorm, porque comenzó a sufrir delirios. Según dijo, tenía la sensación de que alguien le perseguía y empezó a escuchar voces en su cabeza. Al llegar a casa dijo haberse encontrado a uno de sus perros colgado y a otra atravesada por un hierro. Siempre según su versión, al subir a la planta de arriba vio un bulto en la cama y lo golpeó con el hacha. "No sabía que era ella", aseguró. En su delirio aseguró recordar haber bajado el cuerpo envuelto. "En todo momento pensaba que era un muñeco", señaló.Un delirio en el que llegó a ver seres que le hablaban y una esfera de luz que le hizo viajar. La declaración es un cambio de versión respecto a sus declaraciones anteriores en las que sí reconocía los hechos, llegando incluso a asegurar que trataba de defenderse porque ella le arrojó salfumán. La defensa reclama el internamiento en un centro especializado para recibir tratamiento médico, aunque la Fiscalía y las acusaciones sostienen que el procesado era perfectamente consciente de lo que estaba haciendo.