Vestido como Rambo. Ropa militar de camuflaje, machete en la cintura y carabina al hombro. Así es como vestía, según la denuncia presentada ante la Guardia Civil, un hombre de Polop de la Marina que mató al gato de su vecina y que se había metido en su parcela. Al parecer, había tenido varios enfrentamientos anteriores con ella a causa de los gatos. El hombre adujo que tan sólo pretendía asustarlo y que no tuvo intención de matarlo.
Al acusado se le imputa un delito de maltrato animal por el que será enjuiciado por un juzgado de lo Penal de Alicante. La Fiscalía le reclama una pena de diez meses de prisión así como dos años de inhabilitación para ejercer cualquier profesión que tenga relación con los animales. También se reclama que pague las costas del proceso.
Los hechos ocurrieron el 4 de mayo de 2014 en la partida Cotelles de Polop de la Marina. El hombre, de 54 años de edad, se encontraba en su casa cuando vio subido encima de la tapia al gato de su vecina. La mujer denunció ante la Guardia Civil que el acusado había acabado con la vida de su gato vestido como Rambo con un arma de fuego. El cadáver del animal presentaba heridas de bala del calibre 22 y que supuestamente le causó el acusado con una carabina de su propiedad.
El hombre pasó a disposición judicial acusado de un delito de maltrato animal. En la intervención en el domicilio del acusado, la Guardia Civil encontró tres armas de fuego diferentes, dos carabinas y una escopeta. Sin embargo, contaba con la preceptiva licencia para todas ellas y estaban en regla.
En el juzgado de La Vila Joiosa, donde prestó declaración, el hombre adujo que no tenía intención de matar al gato cuando le disparó, sino que sólo pretendía asustarle para que se marchara de su propiedad. El acusado expresó un cierto hartazgo de la situación con su vecina a la que culpaba de que todo por la zona estuviera lleno de gatos, por lo que no debía ser la única mascota que tenía la denunciante.
También quitó importancia a las vestimentas de tipo militar que llevaba en el momento en que acabó con la vida del animal. Según explicó en el juzgado, es el tipo de ropa que se pone de forma habitual mientras está trabajando en el campo y por eso la llevaba aquel día.
El caso fue remitido al Palacio de Justicia de Benalúa para que un juzgado de lo Penal celebre el juicio oral por estos hechos. Sin embargo, el colapso judicial ha obligado que la vista no se pueda celebrar hasta mediados del año 2017, según las fuentes consultadas por este diario.
