La autopsia realizada a los restos del vecino de Dénia asesinado y descuartizado esta semana, revela, según fuentes cercanas al caso, que la asfixia habría sido la causa de la muerte. Además, según las mismas fuentes, se investiga la posibilidad de que dos utensilios encontrados en la casa de la víctima hubieran sido empleados por el presunto asesino para despedazar el cuerpo. Se trata de un machete y un serrucho que podrían haber servido para separar la cabeza del tronco, así como para trocear las diferentes partes de las extremidades.

Tanto la cabeza como el tronco aparecieron el viernes enterrados en un campo de naranjos de la pedanía de Pamis, en el término municipal de Ondara, y habrían sido trasladados hasta allí, presuntamente, en el interior de una nevera. El hallazgo se produjo en presencia del principal sospechoso, de nacionalidad española, que fue detenido el viernes. El sábado se encontraron una mano, un brazo y un antebrazo en otros puntos de la Marina Alta. La Policía continuaba ayer en la zona con la búsqueda de las diferentes partes del cuerpo de la víctima, un hombre de 59 años de nacionalidad española.

El sábado se detuvo también a una segunda persona que habría podido ayudar al presunto asesino a trasladar el cuerpo desde la vivienda de Dénia donde supuestamente se produjo el crimen y donde se encontraron restos de sangre.

Se desconoce, de momento, el móvil del asesinato, aunque los vecinos no se mostraron excesivamente sorprendidos por el suceso. Al parecer, era habitual escuchar fuertes discusiones procedentes del domicilio del fallecido. Fueron precisamente los vecinos quienes alertaron de la desaparición de la víctima y contaron a la Policía que habían visto a dos individuos sacando un sofá cubierto con lona y cuerdas y lo habían introducido en una furgoneta.

Los dos detenidos hasta el momento pasarán hoy a disposición del juzgado de instrucción número 1 de Dénia, que se ha hecho cargo de la investigación.