La solidaridad de la Policía Nacional va más allá de auxiliar a personas en apuros y así lo demostraron la pasada semana unos agentes al rescatar a un perro que presuntamente fue maltratado por su propietario en Alicante, un joven de 29 años que fue detenido. El animal, llamado «Neymar», tuvo que ser operado al sufrir una fractura de cúbito y radio, además de tener los pulmones encharcados y vomitar sangre. El coste de la intervención en la clínica veterinaria fue sufragado por cuatro policías nacionales que participaron en el rescate del animal y detención del dueño, quien tanto él como su pareja dijeron que no podían hacerse cargo ni del perro ni de la operación.

Este caso de presunto maltrato animal ocurrió el pasado miércoles en un inmueble de la calle Cerdá de Alicante. Varios agentes se desplazaron al lugar tras ser avisados a mediodía por la sala del 091 de un posible maltrato a un perro que no paraba de chillar. Al llegar las patrullas vieron a un joven que estaba en el rellano recogiendo unos cristales rotos de una ventana.

Al preguntarle por lo ocurrido el joven alegó que tenía un cachorro y jugando había chocado contra la ventana, cuyo cristal se rompió.

Los agentes se entrevistaron con una joven de 27 años, pareja del detenido, que tenía en sus brazos al perro maltratado. «Neymar» estaba temblando y tenía una pata colgando que parecía estar fracturada. La chica aseguró desconocer cómo había ocurrido todo y dijo que al llegar a su domicilio ya estaba lesionado.

La pareja no acreditó la propiedad del perro, del que tampoco tenían cartilla sanitaria ni chip de identificación.

Tras la versión del golpe contra la ventana, el arrestado indicó a los policías que hacía un mes se le escapó el perro cuando bajaba a pasearlo y le dio varios golpes para corregirle y enseñarle, por lo que el can le mordió.

Dado el estado del animal la Policía trasladó a «Neymar» a una clínica veterinaria, donde una especialista reconoció al perro y certificó que las lesiones que presentaba era incompatibles con un golpe contra un cristal. La veterinaria explicó a los agentes que podría haber sido provocado por un golpe fuerte y seco, probablemente una patada.

Ante el presunto caso de agresión al perro los agentes procedieron a la detención del dueño por maltrato animal. Fue trasladado a dependencias policiales y tras la comparecencia en calidad de detenido fue puesto en libertad con cargos.

Los jóvenes propietarios del perro señalaron que no podían hacerse cargo del perro ni de la operación necesaria para curar a «Neymar». La chica aceptó que la Policía trasladara al can a otra clínica para ser operado, donde la asociación Asoka el Grande se haría cargo de los costes de la intervención. No obstante, al final uno de los agentes decidió quedarse a «Neymar» y entre los cuatro policías pagaron la operación al animal.