El anterior fiscal jefe de Alicante, Juan Carlos López Coig, hizo balance ayer de su etapa al frente del Ministerio Público y incidió en que la corrupción fue una de sus máximas prioridades cuando asumió el cargo. López Coig recibía ayer el homenaje de sus compañeros en una cálida comida de despedida tras su marcha al Tribunal Supremo. «Y ahí están los resultados, escritos de acusación y sentencias condenatorias», apostilló en alusión a la corrupción. El pasado verano, el exalcalde de Torrevieja, Pedro Ángel Hernández Mateo, ingresó en prisión para cumplir tres años por falsedad documental y prevaricación en la contrata de la basura de Torrevieja, tras una investigación que se inició en Alicante y que se juzgó en Valencia en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad por el aforamiento del imputado. A esta sentencia se une la condena al empresario Ángel Fenoll, uno de los supuestos cabecillas de la trama Brugal en Orihuela, a 35 años y medio de prisión por un fraude fiscal. López Coig dejó de ser fiscal jefe de Alicante el pasado mes de mayo tras no optar para la renovación y pocas semanas después era nombrado nuevo fiscal de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.

Al final de la comida que se celebró en un restaurante de la ciudad, llegaron los discursos y homenajes y los regalos de los compañeros. López Coig aseguró que habían sido cinco años intensos, «con muchos problemas» y puso la falta de medios y de plantilla como uno de los más graves, así como el mal estado de las instalaciones. Pese a todo, incidió en que había sido un balance positivo gracias a la colaboración de sus compañeros. El exfiscal jefe quiso, llegado a este punto, agradecer también la colaboración prestada por la Policía Judicial, e hizo especial mención a los comisarios Alberto Rubio y Carlos Cantó, éste último ya jubilado, ambos presentes en el homenaje.

Su sucesor en el cargo, Jorge Rabasa, subrayó el carácter de López Coig como «trabajador infatigable« y que se «había desvivido por la Fiscalía de Alicante, de la que ahora es embajador en Madrid». Los decanos de los colegios de Abogados y de Procuradores de Alicante, Fernando Candela y Enrique de la Cruz, agradecieron a López Coig la colaboración que les había brindado desde la Fiscalía. En la mesa presidencial también estaban el anterior fiscal superior de la Comunidad, Ricard Cabedo, ya jubilado, el juez decano de Alicante, Juan Carlos Cerón, el magistrado Javier Martínez Marfil. Otras presencias destacadas fueron las de los exdecanos del Colegio de Abogados, Mariano Caballero e Isidro Echániz; los fiscales jefe de Elche y Benidorm, Ramón Siles y Lourdes Giménez-Pericás; el teniente fiscal José Llor y el fiscal Anticorrupción, Felipe Briones; el coordinador del Ministerio Público en Benalúa, Ángel Alcázar, y una nutrida representación de la plantilla de Alicante. Tampoco el poder judicial quiso perderse este momento con la presencia de José Daniel Mira-Perceval, Javier Guirao, Julio Úbeda, Montserrat Navarro, Antonio Gil, José Antonio Durá, Enrique García-Chamón y José María Rives entre otros. Tampoco faltaron Faustino de Urquía, gran amigo del homenajeado, y Alberto Facorro, ambos jubilados. Por parte de los secretarios judiciales se encontraban Carmen Galipienso y Ventura Olmedo. También asistieron los abogados José Luis Romero, Gabriel Moratalla, José Ferrer y Antonio Garrigós, entre otros.