La asociación para la defensa y protección de los animales Asoka el Grande salió ayer en apoyo de la diputada popular Elisa Díaz -hija del exalcalde de Alicante Luis Díaz Alperi- y negó que haya agredido a nadie. El Tribunal Superior de Justicia investiga a la diputada tras la denuncia de una ciudadana británica que le acusa de romperle un tímpano durante una disputa en el albergue municipal de animales de Orihuela, gestionado por Asoka, entidad en la que colabora como voluntaria la parlamentaria del PP.

La presidenta de Asoka, Pilar Esteva, aseguró a este diario que Elisa Díaz lleva seis años como voluntaria en el albergue y «jamás ha tenido un conato de agresividad». La diputada popular también presentó denuncia contra la británica con el correspondiente parte de lesiones al ser ella la agredida.

Marisa, una joven voluntaria de Asoka que ya ha prestado declaración por videoconferencia en las diligencias abiertas en el TSJ, explicó que el incidente ocurrió el verano pasado y que en ningún momento Elisa Díaz agredió a la mujer británica, que también colaboraba como voluntaria en el albergue oriolano de animales.

Esta testigo directo del suceso relató a este diario que se encontraba con la diputada con unos perros y la otra mujer llevaba unos perros de presa. Pese a advertirle del peligro y decirle que los guardara, uno de los perros se le escapó a la británica y atacó a uno de los canes que iban a sacar a pasear. Según Marisa, Elisa y la otra voluntaria mantuvieron un conflicto verbal por el ataque y luego «todo fue muy rápido; la mujer inglesa levantó su brazo y le dio un manotazo a Elisa». La diputada, según esta testigo, no respondió a la agresión. Tras el manotazo Marisa se metió entre las dos y retiró hacia atrás a la ciudadana británica.

La rotura de tímpano que sufrió la mujer británica si existió, pero según los miembros de Asoka ya la tenía cuando tuvo el incidente con Elisa Díaz. En este sentido, el TSJ también ha tomado declaración a otros miembros de Asoka, entre ellos el veterinario, que han relatado al tribunal que días antes del incidente denunciado la mujer británica les comunicó que no podía acudir al albergue «porque tenía una lesión en un oído y estaba enfadada porque iba a perder audición».

La presidenta de Asoka insistió en que Elisa Díaz no solo no ha mostrado actitudes agresivas durante los seis años que lleva colaborando con la asociación, sino que ha intercedido como mediadora para resolver conflictos. «No es capaz de agredir a nadie y pese a ser quién es no le ha importado venir a limpiar jaulas. Aquí es una voluntaria más», señaló Esteva.