La acusada de haber participado en el asalto a un chalé de Pedreguer, en el que se maniató a sus moradores, ha sido condena a penas que suman 16 años de prisión, según la sentencia de la Audiencia de Alicante. El ADN que se encontró en un guante abandonado junto a efectos del robo ha sido una de las pruebas determinantes para los magistrados a la hora de dictar la sentencia, así como el hecho de que las propias víctimas la reconocieron. La familia asaltada la había identificado a través de las fotografías que les mostraron en la Guardia Civil de posibles sospechosos, a pesar que los asaltantes iban encapuchados durante el robo. Los testigos la identificaron también en el juicio diciendo que no podían olvidar la forma de sus ojos, ya que pasó más de dos horas custodiándoles y amenazándoles con una pata de cabra mientras el resto de los asaltantes registraba la casa. Aunque la defensa había impugnado esos reconocimientos, la Audiencia los ha confirmado.

La Audiencia la condena por los delitos de robo con violencia y detención ilegal a 16 años de cárcel y una falta de lesiones, por las que se le impone una multa. Asimismo, el fallo le impone una orden de alejamiento que la impide acercarse a sus víctimas durante seis años.

El fallo declara probado que los hechos ocurrieron a las cuatro de la madrugada del 14 de mayo de 2010, cuando la acusada en compañía de otras cuatro personas encapuchadas que no han podido ser identificadas asaltaron una vivienda de Pedreguer mientras sus propietarios estaban durmiendo. En la casa estaban la dueña y su hija y el compañero sentimental de ésta. Los asaltantes comenzaron a golpearles y a apuntarles con pistolas, de las que no se ha podido precisar si eran simuladas o reales, con el propósito de intimidarles para que les revelara dónde se encontraba la caja fuerte. Los ladrones huyeron tanto con el contenido de la caja fuerte como con los dos vehículos de la familia. Los efectos sustraídos y que no fueron recuperados estaban valorados en 3.905 euros. Por su parte, los dos coches pudieron ser recuperados y junto a ellos se encontraron los guantes y calcetines que permitieron identificar a la acusada.