La treintena de detenidos en la operación realizada por la Guardia Civil bajo la supervisión de un juzgado de Ibi para desarticular la banda latina Mara Salvatrucha 13 estaban integrados en siete células o «clicas» dirigidas desde Centroamérica pese a que en España contaban con dos presuntos líderes enviados desde El Salvador para organizar la implantación en España de este grupo criminal. Así se desprende del auto firmado esta semana por la titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ibi para acordar que se inhibe de la causa en favor de la Audiencia Nacional.
Aunque la causa se mantiene bajo secreto de sumario aún y los acusados no han tenido acceso por el momento a las investigaciones realizadas por la Guardia Civil desde mediados de 2012, la juez de Ibi ya avanza en el auto de inhibición que han sido detectadas cinco «clicas» en las provincias de Alicante, Girona, Madrid y Barcelona.
El auto del juzgado de Ibi precisa que la Mara Salvatrucha 13 (MS13) es una organización criminal latina de origen salvadoreño «en cuyos fines se halla la perpetración de delitos violentos, con tenencia ilícita de armas a disposición de sus miembros para la comisión de delitos en el ámbito de la organización y delitos contra el patrimonio y de tráfico de drogas para el propio sustento de la organización». La juez añade que es una organización con una «estructura jerárquica rígida y piramidal, dirigida en última instancia desde Centroamérica por un órgano de dirección conocido como la Mesa de la Ranfla».
Esta Mesa de la Ranfla, según el auto, es la que coordina los diferentes programas «implantados generalmente por países, en los cuales además figuran «las Jengas» -que son un «grupo de tres o más clicas dirigidas a su vez por una personas denominada Ranflero»- y las diferentes clicas que agrupan a los miembros «asentados en lugares geográfico determinados». Están estructuradas entre sí de forma jerárquica, «siendo dirigidas por el Primer Palabra, Segundo Palabra y el Tesorero».
La investigación realizada por la Guardia Civil ha puesto al descubierto la existencia de siete células, dos de ellas integradas aún por un solo miembro: la clica «Everest» en Madrid y la «Charlot» en Alicante. Las otras clicas con más miembros son la «Big Crazy» de Ibi, la «Providence» de Madrid, la «Normandi» de Girona y la «Demonios Locos Salvatrucha» de Barcelona.
Uno de los delitos imputados a varios detenidos por la Guardia Civil es el de conspiración para asesinato. Presumiblemente el objetivo era un miembro de una banda rival, pero el secreto de las actuaciones impide a los acusados saber en qué se basan los investigadores para plantear dicha acusación.
El juzgado de Ibi ya ha remitido a la Audiencia Nacional toda la documentación del caso junto al auto en el que acuerda la inhibición. Algún abogado defensor ha recurrido la decisión, pero todo apunta a que un juzgado central de Instrucción terminará de tramitar la causa sobre la desarticulación por vez primera en España de la Mara Salvatrucha 13.
La Guardia Civil, como ya publicó este diario, detectó el envío de dinero de la organización desde Centroamérica con el fin de ser blanqueado en España y estaban en trámites para invertirlo en la apertura de un bar en Ibi.
