Ricard Cabedo Nebot dejó ayer de ser fiscal superior de la Comunidad Valenciana después de ocho años y ocho meses en el cargo al alcanzar la edad de jubilación el pasado domingo 1 de septiembre, cuando cumplió los 70 años que marcan el fin de su vida laboral.

Natural de Castellón pero afincado en Alicante, Cabedo fue también durante una década, antes de acceder a la jefatura de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad, máximo responsable de la Fiscalía provincial de Alicante, un cargo que tuvo que dejar ante la incompatibilidad que suponía seguir ocupándolo con uno de sus hijos ejerciendo como abogado en el mismo ámbito territorial.

Propuesto para el TSJ de la Comunidad por el anterior fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, el hasta ayer responsable de este departamento también lo fue de la Fiscalía provincial de San Sebastián, experiencia profesional que, junto a la desarrollada de Alicante, pesó en su nombramiento como fiscal superior.

Un conservador como sustituto