El hombre detenido el pasado miércoles en Alicante en relación con la violación de una médico de unos 30 años tras acceder a su casa en la noche del 16 de agosto utilizando una copia de la llave, ya había robado en al menos otros tres domicilios. Fuentes de la Policía Nacional, que calificaron a este individuo como «muy peligroso», confirmaron ayer que el arrestado había accedido y robado al menos en otras tres viviendas en ocasiones anteriores. El arrestado se podría haber valido de su trabajo como montador y repartidor de muebles para cometer los robos.

Según detalló ayer la Policía Nacional, el detenido, de 29 años, pasará hoy a disposición del juez de guardia por los delitos de agresión sexual, secuestro, robo con fuerza en casa de esta víctima y otros tres robos en diferentes domicilios.

El supuesto agresor, como ayer informó este diario, irrumpió en la vivienda de la médico, ubicada en la zona del Cabo de las Huertas, con una llave copiada. Según ha podido saber este diario, el sospechoso ya había hecho en la vivienda de la agredida trabajos caseros varias semanas antes. Los hechos ocurrieron la noche del viernes 16 de agosto. Tras amordazarla y atarla la violó, imposibilitando su defensa. El agresor la mantuvo retenida hasta la llegada de sus padres, que sorprendieron al detenido dentro de la casa. Al enfretarse a él, según explicó ayer la Policía Nacional en un comunicado, el agresor usó un arma blanca para lograr salir de la vivienda e hirió a uno de los familiares en su huida.

Según ha podido saber este diario, los padres de la mujer, alertados porque ella no cogía el teléfono, se personaron en la vivienda de su hija cuando el agresor aún estaba dentro. Desde la medianoche del viernes hasta el mediodía del sábado el ahora detenido tuvo a su víctima retenida en su propia casa y la llegada de los familiares de la mujer es lo que le forzó a irse en ese momento. Tras ello se inició una investigación por parte de la Brigada Provincial de Policía Judicial, en la que se logró la plena identificación del individuo. Su fotografía y la peligrosidad del mismo alertó a los agentes. Un policía fuera de servicio y perteneciente a la Brigada provincial de Seguridad Ciudadana le vio en un banco de un parque del Cabo de las Huertas mientras iba paseando a su perro. Le reconoció «sin ningún género de dudas», según fuentes policiales, que explicaron que el agente esperó a que el hombre se levantara del lugar para proceder a su detención.

Las investigaciones continuaron y la Policía Judicial detuvo a otras dos mujeres por encubrimiento, como ayer informó este periódico, una de nacionalidad eslovaca y otra española. Sin embargo, fuentes judiciales explicaron que ambas fueron puestas en libertad el jueves tras declarar en la Comisaría Provincial. Según las fuentes citadas las mujeres una de ellas hermanastra del arrestado indicaron que ayudaron al hombre y le dieron de comer un bocadillo al verle agobiado por unos «problemas» que dicen que tenía, pero que desconocían que había cometido una agresión sexual.

Registro

El registro en el domicilio del arrestado, que residía por la misma zona que ella, permitió a los agentes intervenir una gran cantidad de efectos propiedad de la facultativa agredida. Por ello la Policía le imputa, además del delito de agresión sexual y detención ilegal por el secuestro domiciliario, otro de robo con violencia. También se hallaron otros efectos procedentes de robos en casas.