Treinta y nueve personas murieron y 19 resultaron heridas cuando anteayer domingo un autocar cayó desde un viaducto de la carretera A16 en la provincia de Avellino, en el sur de Italia, en un tramo muy peligroso y en el que ya se habían producido accidentes mortales.

Los medios de comunicación informaban de que se trata de uno de los accidentes de tráfico más graves de la historia de Italia, y destacaban que se produjo en un tramo de la autopista que une las ciudades de Bari y Nápoles en el que ya en los últimos años se han producido cerca 20 siniestros con víctimas mortales.

De los 39 fallecidos de los 48 pasajeros que viajaban en el autocar, 36 murieron en el acto y tres lo hicieron en el hospital, donde había ingresadas otras nueve personas en estado grave.

En la colisión múltiple que causó el autocar antes de despeñarse se produjeron otros nueve heridos, la mayoría con contusiones y fracturas en las piernas.

Se han abierto ya varias investigaciones para esclarecer las causas que llevaron al autocar a impactar primero con los vehículos que tenía delante para después chocar contra el guardarraíl y caer desde una altura de 30 metros.

Las primeras hipótesis hablan de un fallo en el sistema de frenos del autocar o, incluso, del reventón de uno de los neumáticos, pero todas éstas tendrán que ser verificadas por los supervivientes o los peritos, ya que el conductor del autobús murió en el siniestro.

Los equipos de rescate y algunos testigos que llegaron pasadas las 21.00 horas a la zona definieron «un infierno» este tramo de la autopista.

Por una parte estaba la situación en la carretera, donde al menos decena de coches estaban implicados en una colisión múltiple, algunos de ellos totalmente destrozados y calcinados.

El guardarraíl del viaducto completamente arrancado indicaba que algún vehículo se había precipitado y allí en el fondo los equipos de rescate pudieron ver el amasijo de hierros en el que se había convertido el autocar.

Los equipos de rescate se trasladaron a la carretera adyacente y descubrieron la dificultad que tendrían para acceder al autocar, donde, aseguraron, oían los gritos y llantos de los supervivientes, entre ellos algunos niños.

El jefe del equipo de los bomberos que acudió a la zona, Pellegrino Iandolo, explicó las dificultades del rescate de los supervivientes y de los cuerpos, ya que el autocar cayó en una zona de matorrales, pero sobre todo era necesaria la rapidez ya que sobre el vehículo colgaba un gran trozo de cemento que se había desprendido del viaducto.

Las víctimas eran todos amigos residentes en las localidades de Giuliano de Campania, Mugnano de Nápoles y Marano (sur de Italia), que solían organizar excursiones todos juntos.

Este domingo volvían de un fin de semana en el balneario de Telese Terme (Benevento) y que había concluido con una visita en Pietrelcina, la localidad natal de Padre Pío, uno de los santos más venerados en Italia.

Los cuerpos fueron trasladados durante la noche al gimnasio de la escuela «Don Bosco» de la localidad de Monteforte Irpino, convertido en tanatorio, para proceder a la identificación de las víctimas, y donde poco a poco llegaron los familiares.