La Audiencia de Alicante ha condenado por estafa y falsificación de documento público a ocho de los nueve acusados de integrar una supuesta red que a través de estos delitos consiguió de Bancaja hasta 370.000 euros en la compra de viviendas. La trama usaba a personas sin recursos para suscribir créditos hipotecarios con documentación falsa. En el juicio no pudo sentarse en el banquillo el presunto cerebro de esta trama, que está en paradero desconocido y tiene pendientes otros procesos por hechos similares, entre ellos una macroestafa al Banco de Santander en el que se llegaron a realizar 164 operaciones de crédito. En este proceso, el perjudicado era Bancaja y sólo afectaba a cuatro operaciones. El grupo se dedicaba a localizar inmuebles en venta y obtenían sus datos registrales para luego contactar con personas sin recursos para que fingieran ser tanto los propietarios como los propietarios de los pisos. El banco financiaba estas operaciones y el dinero se lo llevaba la red. La sentencia anula todas las ventas, aunque los propietarios reales de los inmuebles no llegaron a perderlas porque el fiscal pidió bloquear los cambios en el Registro.

El fallo impone cinco años de cárcel al acusado de facilitar la documentación falsa para las operaciones; y penas que no llegan a los dos años para los acusados que se prestaron a hacer estas operaciones. Un noveno imputado, trabajador de una de las inmobiliarias que hizo las ventas, ha sido absuelto por falta de pruebas.