La Comisaría de Alicante realiza hasta cuatro actuaciones al día en la ciudad relacionados con enfermos mentales, según los datos aportados ayer por Rafael López Fonseca del Sindicato Unificado de Policía (SUP) durante los cursos de verano en la Universidad de Alicante. El SUP es el patrocinador del curso de esta semana que está dedicado a la relación entre trastornos mentales y delincuencia.

Ante tal volumen de intervenciones, desde el sindicato se insistió en la necesidad de la formación a los agentes. «Cuando un policía se enfrenta a una de estas actuaciones por primera vez hay un grado de estrés ante la incertidumbre de lo que va a pasar», explicó José Javier Santos Cívicos, inspector del Cuerpo Nacional de Policía que intervino ayer en las jornadas, a lo que añadió que «la formación reduce este grado de estrés y ayuda a prevenir imprevistos». Según explicó, se trata de intervenciones asistenciales en las que se coordinan con el médico y la fuerza sólo se utiliza en el caso de que haya peligro bien para los familiares, bien para el propio enfermo.

Por otro lado, el inspector Joaquín Arenas explicó los métodos de elaboración de perfiles criminológicos a la hora de abordar la investigación de un asesino en serie o delincuentes sexuales. Arenas señaló que en España dentro de la investigaciones de violaciones ya existen unidades especializadas en la elaboración de estos perfiles. Asesinos en serie ha habido pocos, pero ya se han empezado a acumular algunos casos., como el asesino de la baraja, el del rol, o el mendigo asesino. Arenas señaló que a los asesinos en serie les gusta la fama y es su afán de notoriedad lo que acaba haciéndoles cometer el fallo de ser descubiertos. «El problema es que muchas veces se trata de crímenes cometidos al azar y no sabes por dónde tirar», explicó y citó el caso del crimen del «Pikardias», una tienda de lencería de Alicante, donde la dueña fue asesinada en 2008 por un recluso recién salido del Psiquiátrico Penitenciario de otra condena, que se acabó entregando el día después.