El proceso judicial por el asalto mortal en abril de 2010 al chalé del empresario noveldense del mármol Francisco Berasaluce, de 77 años, y su esposa Susanne Brensing, de 70, ha dado un giro inesperado después de que el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Novelda dictara a principios de este año el auto de procesamiento de siete imputados, todos de nacionalidad rumana y cuatro aún en prisión. Hasta ahora ninguno de ellos había admitido su participación, pero uno de estos implicados ha comparecido esta semana en el juzgado, a petición propia, para confesar que sí estuvo en el asalto pero negó su relación con las muertes y señaló a otro de los procesados como el presunto autor material del doble crimen.

Esta confesión ha provocado que la juez del caso haya citado para declarar esta próxima semana al acusado que ha sido identificado como presunto asesino.

"Quiero decir toda la verdad". Así comienza Marius P., de 42 años, su declaración realizada el pasado lunes en los juzgados de Novelda, donde reconoció por vez primera que sí estuvo la noche del 12 de abril de 2010 en la finca de los Berasaluce. Tampoco tenía mucha escapatoria porque la Guardia Civil recogió en la escena del crimen una muestra de ADN que coincidió con otra hallada en una botella dentro de un coche tras un atraco cometido un mes después en Valdepeñas (Ciudad Real).

Aunque Marius ha reconocido su participación en el asalto, lo ha hecho con matizaciones. Así, asegura que su única intención fue ir a robar y niega que matase al matrimonio. Identifica a Ionut R. como el presunto autor material y exculpa a su exnovia, que también está imputada y de la que manifiesta que ni estuvo en el chalé ni le contó nada sobre lo sucedido.

En su relato el acusado afirma que participaron tres en el asalto y que el día anterior al crimen acudieron desde Almería a la finca, pero desistieron de entrar porque había gente. Al día siguiente regresaron pensando que el matrimonio había salido a cenar, pero cuando estaban dentro el empresario les vio y disparó hacia donde estaban, según Marius. Este acusado afirma que disparó tres veces hacia la casa con su pistola pero sin apuntar al dueño y que otro de los implicados lanzó una piedra contra la ventana. A continuación, siempre según la versión de Marius, Ionut entró por el agujero diciendo que "iba a por el viejo", mientras que el otro cómplice entró para abrirle la puerta.

Marius asegura que cuando entró por la puerta vio en el suelo al dueño de la casa con las manos en la cabeza y con mucha sangre. Su amigo le dijo que Ionut le golpeó en la cabeza con la escopeta y presupone que se la quitó al empresario. Marius relata que a continuación bajó Ionut por la escalera, se acercó a Francisco Berasaluce y al tiempo que le colocaba el arma en la cabeza le preguntaba dónde estaba el dinero. Dice que le gritó a Ionut para que le dejara en paz, pero su respuesta fue que les había atacado al entrar a la casa y "se merecía morir", además de advertir que daba igual "porque arriba había otra mujer muerta".

En ese momento manifiesta que fue hacia Ionut y le agarró la escopeta para que no disparase, pero efectuó un tiro que le alcanzó en una pierna. El asaltó aún se prolongó porque, según Marius, tuvo que salir fuera mientras los otros dos implicados se marcharon a Murcia para comprar herramientas con las que abrir la caja fuerte. Una vez abierta afirma que había tres billetes de 500 euros y un medallón de oro que no llegaron a sustraer.

Marius, que admite que es "un ladrón, pero no un criminal", expresa en su comparecencia que ni vio a la mujer muerta y que el hombre estaba vivo la última vez que lo vio.

Para justificar esta declaración ha explicado que Ionut le prometió que iba asumir el doble crimen pero al saber que había pruebas en su contra -el ADN- le dijo que se defendiese como pudiese.