La tensión en el barrio de José Antonio de Alicante era ayer palpable no solo entre las calles que lo componen sino entre las vías adyacentes, que se llenaron de vecinos y de regentes de establecimientos que abandonaron sus locales para comprobar que algo estaba pasando en la zona.

Un tiroteo entre dos familias de etnia gitana por desaveniencias familiares desató ayer las alarmas en la barriada y alrededores, aunque el suceso se saldó sin heridos y, hasta el momento, sin detenciones. La Policía Nacional buscaba anoche al autor de una decena de disparos, aunque la investigación sigue abierta y no se descarta que aparezcan nuevos casquillos de bala que impliquen, al menos, a una segunda persona.

Los hechos se produjeron minutos antes de las 17:30 horas en la calle Domínguez Margarit, una pequeña vía con apariencia de callejón que confluye con la calle Santa María Mazzarelo.

La Policía Nacional recibió el aviso de numerosos vecinos alertando de que habían oído disparos y una treintena de agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local de Alicante se desplazaron hasta la zona, que quedó totalmente acordonada durante más de dos horas. Precisamente varias dotaciones policiales se habían personado horas antes en el mismo barrio por un conflicto entre familias de etnia gitana, donde vecinos de la zona aseguran que vieron a personas con armas blancas y pistolas. "Aquí lo que pasa es que entre ellos se tapan y al final viene la Policía, dicen que no pasa nada y que todo está tranquilo y ya está. Pero aquí ya hay muchos conflictos", relató ayer un vecino que no quiso manifestar su nombre. Otros residentes consultados aseguran que existe un conflicto entre dos familias y que ambas peleas están relacionadas, siendo la de la tarde una "venganza" de "algo que ya viene de tiempo".

Vecinos de la calle donde ocurrieron los hechos y de otras vías contiguas aseguraron que escucharon varios disparos. Unos comentaban que el miedo les llevó a ni siquiera asomarse a ver qué pasaba. Otros decían que comprobaron que el tiroteo se produjo entre varios hombres que estaban en la calle y alguien que disparó desde un balcón.

Los casquillos de bala hallados hasta el momento pertenecen a una misma pistola y son del calibre 9 mm Parebellum, pero no se descarta que haya más implicados en el tiroteo. La Policía Nacional detectó varios impactos de bala en el número 8 de la calle Domínguez Margarit, en la finca en la que otros vecinos aseguraban que había alguien disparando desde un balcón.

Registros

Los agentes montaron un gran despliegue para acordonar la zona, llevar a cabo las inspecciones oculares y hacer una batida por varias viviendas. En uno de los registros hallaron un arma cuyo propietario tenía licencia para ello. También requisaron un sable y llevaron a cabo numerosas identificaciones y cacheos a residentes del edificio. En un principio, vecinos del barrio indicaron que alguno de los implicados en el tiroteo se pudo haber escondido en alguna de las viviendas.