Un ciudadano albanés acusado de un asalto a una vivienda de Polop donde robaron un coche de lujo ha sido puesto en libertad provisional por la Audiencia Provincial de Málaga al estimar que el riesgo de fuga del sospechoso prácticamente ha desaparecido porque se ha quedado parapléjico tras un tiroteo con la Policía Nacional en el que estuvo implicado a finales del pasado mes de agosto en Marbella.

El juzgado de Instrucción número 5 de Marbella acordó su ingreso en prisión el pasado 1 de septiembre pero el abogado defensor Francisco Miguel Galiana Botella presentó un recurso de apelación contra dicha medida y la Audiencia estimó veinte días más tarde las razones alegadas para su puesta en libertad. La defensa sostuvo que además de desaparecer el riesgo de fuga por la paraplejia del imputado, las posibilidades de reincidir son prácticamente nulas.

La Audiencia reconoce que el acusado, que estaba en el módulo de presos del Hospital de Málaga, carece de arraigo, utiliza identidades falsas, tiene "numerosas reseñas policiales por delitos contra el patrimonio" y son graves los hechos que le imputan. Sin embargo, la bala que le alcanzó le causó una lesión medular completa y el pronóstico "es bastante sombrío, estimándose que dicha paraplejia traumática a nivel D8 tendrá un carácter permanente e irreversible", señala el informe forense recogido en la resolución judicial.

El tribunal que decretó la libertad provisional entiende que dada la patología que presenta el imputado "se relativiza en gran medida el riesgo de fuga que pudiera existir". La Audiencia sí ha prohibido al imputado que salga del país.

El hombre excarcelado cuenta con un amplio historial de detenciones por delitos contra el patrimonio y ha utilizado diversas identidades. De hecho, ingresó en un centro hospitalario de Marbella con identidad falsa tras el tiroteo.

El robo que se le imputa en la provincia de Alicante ocurrió en enero de 2011 en Polop. La Guardia Civil le identificó como uno de los autores del asalto a la casa de un constructor. Una vez dentro se apoderaron de las llaves de un coches Mercedes CLS y sustrajeron el vehículo, en cuyo interior había diez talonarios de cheques de la constructora, tres libretas bancarias y el carné de conducir de la víctima.

El tiroteo que ha podido poner fin a la carrera delictiva de este súbdito albanés se produjo la noche del pasado 29 de agosto en una urbanización de Marbella. Según explicaron en sus comparecencias los dos policías nacionales que se vieron implicados en los hechos, acudieron a una urbanización donde estaban estacionados en el garaje un BMW y un Mercedes que podían ser robados.

Los policías verificaron las matrículas y comprobaron que ambos figuraban como sustraídos, por lo que establecieron una vigilancia discreta hasta la llegada de agentes de paisano, pero no les dio tiempo. De repente aparecieron dos hombres que se subieron en el BMW y se dirigieron hacia la salida del aparcamiento. Uno de los agentes uniformados se puso delante del vehículo para darles el alto y su compañera también les dio el alto, tocando incluso con su mano el cristal. Los dos ocupantes hicieron caso omiso de las indicaciones policiales y la policía asegura en su informe que el copiloto sacó un arma corta y efectuó al menos un disparo, por lo que hizo un rápido movimiento para no resultar herida. Los dos agentes han declarado que dispararon contra el vehículo para repeler la agresión y evitar el atropello de uno de ellos. El coche salió del garaje tras destrozar la puerta de salida pero se detuvo. El conductor quedó herido de bala y el copiloto huyó pero fue detenido poco después y no llevaba armas. En el maletero hallaron herramientas que se suelen usar en robos con fuerza.

Los presuntos ladrones aseguraron que no dispararon contra los policías y el juez del caso ha solicitado la prueba de la parafina para averiguar si el copiloto usó un arma de fuego. Un vecino de la urbanización aseguró haber visto a los sospechosos manipulando un revólver días antes del tiroteo.