Un hombre de 52 años murió ayer apuñalado por su propio hermano de 46 en la barriada alicantina de Virgen del Remedio tras mantener una discusión sobre la casa en la que convivían desde hace años, según confirmaron ayer a este diario fuente policiales. No era la primera vez que llegaban a las manos ya que el pasado mes de enero el presunto homicida tenía otra denuncia por una agresión a su hermano. El crimen dejó ayer conmocionado al vecindario que se levantó sobresaltado por los gritos de ayuda de la víctima para ver a los pocos minutos como la Policía se llevaba a su hermano como presunto homicida con las ropas todavía empapadas de la sangre fresca del fallecido. Los dos llevaban tanto tiempo conviviendo en la casa que eran conocidos de toda la vida entre el vecindario.

Esta muerte violenta volvió a traer el recuerdo de otro crimen que ocurrió en los años 80 y en el que uno de los tres fallecidos era precisamente un hermano de los implicados en la reyerta de ayer. La tragedia volvió a azotar a esta familia de cinco hermanos. Aunque los vecinos, señalaban que nada hacía apuntar a que la convivencia entre los dos familiares iba a acabar con un baño de sangre, sí que admitieron que en los últimos meses eran frecuentes las peleas y las discusiones acerca de la vivienda.

Los hechos ocurrieron en torno a las siete de la madrugada de ayer en la calle Cronista Figueras Pacheco, cuando los vecinos del inmueble llamaron al teléfono 112 de Emergencias alertando de que había una persona pidiendo socorro en una vivienda, ubicada en el segundo piso del número 30 de dicha calle. Los primeros en llegar fueron dos patrullas de la Policía Local que subió a la casa. Según las fuentes consultadas por este diario, fue el presunto homicida el que les abrió la puerta y les dijo que acababa de matar a su hermano. Una ambulancia trató en vano de reanimarle, pero nada se pudo hacer por salvar su vida. Los servicios sanitarios tan solo pudieron certificar la defunción de la víctima.

Según las fuentes consultadas por este diario, el presunto agresor, Francisco M. D., comenzó a apuñalar a su hermano, Julián M. D., y una vez que éste se encontraba en el suelo continuó acuchillándole. Algunos vecinos relataron ayer a este diario que llegaron a verle dando alguna patada al cuerpo de su hermano mientras gritaba que ya no lo aguantaba. En este sentido, varias fuentes apuntaron a que el presunto homicida se había enseñado con su víctima. La agresión ocurrió en el dormitorio de la vivienda y para ella se utilizó un cuchillo de cocina de grandes dimensiones. El cadáver se encontraba en el suelo de dicha estancia en medio de un gran charco de sangre.

"Me desperté oyendo gritar a alguien. Al principio pensé que era una simple discusión, pero pronto me di cuenta de que lo que se estaba gritando era socorro", relataba ayer a este diario una vecina. Estos gritos se fueron haciendo cada vez más débiles, aunque la Policía ya estaba en camino ya era demasiado tarde.

Los agentes que asistieron a la casa informaron al presunto homicida de sus derechos y le trasladaron en calidad de detenido a dependencias policiales, dejando la investigación en manos del Cuerpo Nacional de Policía. Los vecinos relataron ayer que mientras le trasladaban todavía tenía los pantalones manchados de sangre. "Le he metido tres puñaladas a mi hermano", aseguran que llegó a decir mientras le sacaban detenido del portal. Poco antes de las nueve de la mañana, la comisión judicial procedía a decretar el levantamiento del cadáver que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para que se le practicara la autopsia.

Sin declarar

El presunto fratricida permanecía detenido en la Comisaría de Alicante donde ayer todavía no se le había tomado declaración por estos hechos. Las fuentes consultadas por este diario señalaron que estaba previsto interrogarle hoy y mañana viernes ponerlo a disposición del juzgado de guardia. Asimismo, los agentes están pendientes también del informe de la autopsia, en el que se determinarán las lesiones que sufrió la víctima durante la agresión. De todas maneras, será el juzgado de Instrucción número ocho de Alicante el que se haga cargo de la investigación, que se encontraba en funciones de guardia en el momento en el que se cometió el crimen. Fuentes judiciales apuntaron a que la juez podría acordar el secreto sumarial para que no se enturbie el desarrollo de las diligencias.

Según fuentes policiales, todo apunta a que la discusión estuvo motivada por la casa en la que ambos convivían desde hacía más de veinte años, que es una Vivienda de Protección Oficial. Los propios vecinos reconocieron que en los últimos meses habían sido frecuentes las discusiones entre ellos a causa de los gastos del piso. En la placa de la entrada de la casa figuraba el nombre del presunto agresor como el dueño del piso. Este mismo mes de agosto la víctima tenía que comparecer ante un juzgado de Alicante debido a la agresión que sufrió el pasado mes de enero. De todas maneras, entre el vecindario se recalcó que no eran personas conflictivas.

Testimonios

Según los vecinos, Julián M. D., la víctima solía sufrir ataques epilépticos, motivo por el que frecuentemente era trasladado al Hospital General de Alicante; mientras que Francisco trabajaba en un polígono industrial de San Vicente. Algunos de los vecinos que le vieron salir ayer con los pantalones empapados en sangre señalaron que estaba como ido, como si hubiera podido consumir alguna sustancia. La sangre llegó a manchar los asientos del vehículo policial que le trasladó hasta los calabozos de la Comisaría.

La rumorología corrió ayer por la calle y la llegada de las cámaras provocó que más de uno quisiera protagonizar su minuto de gloria. Entre los vecinos corría ayer todo tipo de hipótesis sobre las posibles causas de la pelea. Mientras que algunos hablaban de las desavenencias por la casa, otros incluso apuntaban a que los hermanos habían discutido por una mujer. Sin embargo, reiteraron que durante todos estos años la convivencia había sido buena, según los residentes, y frecuentemente los dos salían de fiesta por la noche. Otros vecinos optaron por ignorar a las cámaras y rehuirlas para no decir absolutamente nada. A medida que fue transcurriendo la mañana, la calle fue recobrando la normalidad como si nada hubiera ocurrido.

Fuentes de la Fiscalía expresaron ayer su preocupación porque en los últimos meses se ha detectado un alarmante incremento de las agresiones entre hermanos, que van mucho más allá de los meros hechos aislados. Muchas de ellas llegan terminar con agresiones usando un arma blanca y suelen tener como móvil el consumo de sustancias estupefacientes. Agresiones que se extienden también a otros miembros de la familia, como de padres a hijos y viceversa.