­La crisis está haciendo mella en el sector naútico y el aumento de las órdenes de embargo y desalojo de yates amarrados están poniendo en un aprieto a la entidad gestora del puerto deportivo de Alicante, Marina Deportiva, que se ha quedado sin sitio para poder almacenar los barcos embargados a morosos.

Los juzgados han ordenado en los últimos dos años el embargo y lanzamiento de más de medio centenar de embarcaciones atracadas en el puerto deportivo de la ciudad, según indican fuentes judiciales a este diario. Se trata, en su mayoría, de propietarios de barcos que dejaron de pagar sus puntos de amarre con la crisis. Son pequeños y medianos empresarios que se han visto abocados a las mermas en sus ingresos y que disfrutaban de un nivel de vida que ahora no pueden mantener. De hecho, casi todos los barcos embargados son pequeñas embarcaciones de recreo de unos seis u ocho metros de eslora que pudieron adquirir los dueños en épocas de vacas gordas y que ahora son un lujo que les recome con cartas judiciales, órdenes de embargo y notificaciones de lanzamiento para desalojar su embarcación del punto de amarre que ocupa. Aquí llega el problema.

El capitán del puerto de Marina Deportiva, Javier González, explica que, actualmente, hay una veintena de barcos ocupando puntos de amarre que no se pagan o un espacio en el varadero habilitado para poder almacenarlos una vez se ha ejecutado el embargo. «El problema es que los procesos judiciales van tan despacio que el barco sigue aquí, abandonado, dando una mala impresión y ocupando un amarre que no se cobra y que encima no se puede alquilar», explica González. Relata que destaca el caso de un pequeño yate que lleva dos años sin que nadie se lo lleve en la zona habilitada del varadero. Según valora el capitán de Marina Deportiva «tenemos falta de espacio para dejar esos barcos, pero la baja demanda que hay ahora mismo por la crisis amortigua un poco el problema», indica, al tiempo que recuerda que una veintena de barcos embargados ahora mismo que ocupan sitio en el puerto deportivo no suponen un gran porcentaje respecto al total de puntos de amarre que oferta la empresa gestora.

Marina Deportiva explota 750 puntos de amarre –unos 350, aproximadamente, propiedad de particulares– cuyos precios oscilan entre los 300 y los 6.000 euros mensuales, según la ubicación del punto de amarre, las medidas del barco y del mes a pagar. El procedimiento judicial para desalojar un barco del amarre que ocupa persigue su liberación. Para ello, un remolque se encarga de derivar la embarcación que hay que desalojar a la zona del varadero, donde se ha habilitado un espacio que ya no da más de sí junto al área en la que se reparan las embarcaciones. Como el sitio es insuficiente, unos quince barcos tienen que permanecer amarrados ocupando amarres que no se pagan.

Cuando se detecta un impago continuado de un punto de amarre, los abogados de Marina Deportiva presentan la demanda judicial cuyo proceso de notificación al propietario, sobre todo si es extranjero, es muy costoso. Cuando por fin se emite la orden de desalojo del punto de amarre, el propietario no suele acudir y Marina se hace cargo de la embarcación como depositaria. El barco queda así pendiente de subasta pública.

LA CIFRA

Precios estancados

El puerto deportivo tiene 750 amarres, de los que una veintena están ocupados por barcos embargados. Se trata de propietarios de barcos pequeños y medianos que dejaron de pagar pese a que los precios de los puntos se han mantenido en los últimos años.