Diez personas arrolladas por un tren anoche en la estación de Castelldefels-Playa siguen ingresadas en varios hospitales barceloneses, tres de ellas en estado crítico, y otras cuatro han recibido el alta, mientras las 12 víctimas mortales han sido trasladadas al Instituto de Medicina Legal para su identificación.

El accidente ferroviario ocurrido durante la tradicional verbena de San Juan ha conmocionado a la comunidad catalana en uno de los días más festivos del año y ha llevado al presidente de la Generalitat, José Montilla, a declarar hoy jornada de luto oficial en Cataluña.

Montilla, que se ha trasladado a Castelldefels para expresar su pésame a las víctimas, ha atribuido la tragedia a un "gesto de imprudencia" de las víctimas, que fueron arrolladas por un tren Euromed Alaris cuando, tras descender de un tren de Cercanías, atravesaron directamente las vías para dirigirse a la playa en lugar de hacerlo por un paso subterráneo de la estación.

En este sentido, el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, ha evitado hablar de imprudencia, aunque ha indicado en rueda de prensa que la estación había sido remodelada el pasado otoño y las instalaciones del apeadero cumplían "las mejores condiciones de accesibilidad".

La investigación judicial sobre el accidente deberá determinar si el paso subterráneo de la estación fue suficiente para absorber a la gran cantidad de viajeros que descendieron en la estación, al parecer unos 700, y si el cierre de la pasarela superior existente, de titularidad municipal, fue uno de los motivos por los que los que fallecieron y resultaron optaran por atravesar las vías.

Marcelo Carmona, un boliviano testigo del trágico accidente ferroviario de anoche, ha asegurado a Efe que el paso subterráneo de la estación de Castelldefels estaba en ese momento "abarrotado" y que, pocos segundos antes del siniestro, hubo una "oleada de gente que se lanzó a las vías" para ir a la playa a celebrar la verbena.

"Se escuchó el claxon del tren varias veces y en tres segundos... se llenó todo de cadáveres, hubo muchos gritos y mucha angustia", ha relatado Carmona, quien preció: "El tren en el que íbamos estaba muy lleno de gente, centenares de personas, sobre todo jóvenes y adolescentes".

La consellera de Salud de la Generalitat, Marina Geli, ha informado en rueda de prensa de que la gran mayoría de los 14 heridos tienen menos de 28 años-hay una mujer de 45 - y que, concretamente hay dos menores, de 15 y 16 años.

La identificación de las 12 víctimas mortales se está realizando en una sala habilitada para el Instituto de Medicina Legal en la Ciudad de la Justicia de Barcelona, donde esta mañana han empezado a llegar personas que sospechan que pueden tener familiares o amigos entre los fallecidos.

El conseller de Interior, Joan Saura, ha precisado que la identificación de todas las víctimas del accidente "no será fácil" y que, en algunos casos, incluso puede "tardar días" debido al estado de los cuerpos.

Por el momento, las autoridades no han facilitado ninguna identidad de las víctimas, a la espera de comunicárselo primero a las familias, aunque todo apunta a que entre los fallecidos puede haber diversas personas de origen latinoamericano residentes en el área metropolitana de Barcelona.

Así, muchas de las personas que se han acercado al centro cívico Frederic Mompou de Castelldefels habilitado para atender a familiares de las víctimas o que han acudido a la Ciudad de la Justicia son de origen latinoamericano, mientras la embajada de Colombia ha informado hoy de la "desaparición" de dos de sus ciudadanos tras el accidente.