La sentencia de la Sección Séptima, a la que tuvo acceso Europa Press, considera probado que el 18 de abril de 2005, la joven denunciante, I.S.H, amiga del acusado, acudió al domicilio de éste, sito en el barrio sevillano de Bellavista, donde estuvieron consumiendo alcohol, hachís y cocaína.

Tras unas horas, ambos se desplazaron a un hostal ubicado en la carretera de Utrera y entraron "voluntariamente" en una de sus habitaciones. Una vez en su interior continuaron consumiendo todo tipo de sustancias estupefacientes y tomaron un baño en el jacuzzi, donde mantuvieron relaciones sexuales. A la mañana siguiente, I.S.H. solicitó un taxi y se marchó del lugar.

De esta manera, la Audiencia Provincial desestimó la declaración de la supuesta víctima por considerarla "ambigua", ya que la joven en el transcurso de la vista oral negó que mantuviera algún tipo de relación con el inculpado, aclarando que entre ambos sólo había amistad y que "en alguna ocasión" había acudido a su casa a "fumar porros y a tomar cocaína".

Un día, "tras tomar coca", ambos se fueron a las Tres Mil Viviendas "a comprar más droga", tras lo que le pidió que le acompañara a "llevar algo a unos amigos", momento en la que le llevó hasta el hostal, "donde no había nadie en la habitación". Después de volver a consumir droga, relató que B.H. se metió en el jacuzzi y le pidió que ella hiciera lo mismo bajo la promesa que él no entraría en ese momento.

"Fue entonces cuando comenzó todo", dijo la joven, ya que él sacó su ropa al pasillo, la amarró al grifo con una esposa e intentó quitarle la ropa interior. No obstante, ella explicó que "con mucho forcejeo" logró soltarse, pero el procesado la siguió y amenazándola con una navaja, con la que incluso dijo que le hizo un corte la tiró en la cama donde consumó la violación "bajo amenazas".

Durante la noche ella intentó huir, pero la habitación estaba cerrada con llave y la tenía él. Ya al amanecer la joven le pidió que la dejara salir que tenía que ir a trabajar, a lo que accedió advirtiéndole: "Si me denuncias, antes que llore mi madre llorará la tuya".

Por su parte, el procesado negó que forzara a la supuesta víctima a mantener una relación sexual con él, afirmando que ella, a raíz de una relación que el acusado mantuvo con una amiga de la joven, tenía con él una "amistad con derecho", alegando además que el día de los hechos ambos habían consumido grandes cantidades de cocaína.