«Oí las ventanas que empezaron a temblar como si fuera un terremoto. Me acerqué y vi la onda expansiva, sentí un primer golpe, me tiré al suelo y explotó el cristal». Así relató ayer Alicia Medina, una joven de Godella afincada en Beirut, a Levante-EMV cómo vivió la explosión del cargamento de nitrato de amonio de 2.750 toneladas que arrasó este martes el puerto de la capital libanesa y que ha dejado ya 135 muertos y más de 5.000 heridos.

En el momento en el que se produjo la detonación, la valenciana se encontraba en la habitación de su piso en el barrio de Zarif, a varios kilómetros del lugar del accidente. Al salir a la calle, fue consciente de la «humareda enorme de color rojo muy vivo» que había en el cielo a causa de la explosión.

Al menos 137 fallecidos y más de 5.000 heridos en Beirut

Al menos 137 fallecidos y más de 5.000 heridos en Beirut

Tal como informaba Al Arabiya, un canal de televisión árabe, el estallido se pudo sentir en toda la ciudad y la onda expansiva alcanzó edificios situados a kilómetros, provocando enormes desperfectos. «En mi casa, las ventanas explotaron, parte del techo y algunas macetas también han sufrido daños», explicó Medina. Afortunadamente, ella no ha sufrido «ninguna lesión».

Las consecuencias de las deflagraciones han sido gravísimas. Como afirmó el gobernador de Beirut, Maruan Abboud, más de «200.000 personas se han quedado sin hogar». Una tragedia que ha despertado la solidaridad de los beirutíes. «El propietario de la casa en la que vivo alquilada va a acoger a otros inquilinos cuyas viviendas han quedado destruidas», comentó Medina.

Fuerte explosión en un almacén de Beirut

Fuerte explosión en un almacén de Beirut

Además, según la valenciana, los ciudadanos han respondido en masa a la demanda de donaciones de sangre de la Cruz Roja libanesa para atender a los miles de heridos que se acumulan en los hospitales de la capital del Líbano. «El martes fui a donar y no pude, había una cola de más de 100 personas», reconoció Medina. Un gesto de solidaridad que ayer, día de luto nacional, repitieron miles de beirutíes que no dudaron en salir a la calle para ayudar a los equipos de rescate en las labores de desescombro. «Todo el mundo está mirando hacia arriba, porque está todo a punto de caerse», advirtió.

Ante la situación generada por la explosión de miles de toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut, la joven de Godella aseguró que las autoridades les aconsejaron quedarse en casa. De hecho, algunos de sus amigos se han trasladado a la montaña. «La recomendación es ponerse la mascarilla, por la explosión y por el coronavirus», señaló.