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Tasia Aránguez: "Hay teorías que te acusan de tránsfoba si no tienes sexo con una mujer con pene"

"No se puede decir que si de niña te gustaba trepar por los árboles es porque naciste en el cuerpo equivocado"

Tasia Aránguez.

Pese a que las ponentes de la Escuela Feminista Rosario Acuña se habían mantenido hasta ahora mucho más neutras que el año pasado, cuando surgieron acusaciones desde parte del colectivo feminista y LGTBI acusándolas de "tránsfobas", ayer -último día de las jornadas- el discurso que alerta de la teoría "queer" fue defendido, aunque con tono prudente, por la propia alcaldesa de Gijón, Ana González, que señaló, en relación al debate sobre la sustitución del término "sexo" por "género": "No se puede cambiar la baraja de manera torticera". Más contundente se muestra Tasia Aránguez, otra de las invitadas, que alerta de que "esas teorías" pueden llevar a las niñas "por el camino de la conversión" de sexo.

- ¿Cómo definimos el movimiento del "MeToo"?

-No es solo un "hashtag" puntual sino que forma parte de la cuarta ola feminista y tiene varias luchas y, una de ellas, es la lucha contra la cosificación femenina, la prostitución, la explotación reproductiva y todas las violencias sexuales. Pero se encuentra en esta lucha el tema de la teoría "queer" y la disolución del nosotros, las mujeres,las que somos explotadas.

- ¿No se vino un poco a menos?

-No lo creo, el movimiento está totalmente vivo, solo que las protestas van cambiando. No sé, en España tuvimos lo de "La Manada", lo de Plácido Domingo...

- ¿Es importante señalar por nombre y apellidos a los culpables?

-Sí, porque los agresores no estaban acostumbrados a eso. De esto hablé en la ponencia porque me parece importante: lo más poderoso de este movimiento fue que hombres muy poderosos que se creían intocables han visto que su prestigio ha caído cuando pensaban que eso jamás iba a suceder. Y eso lanza un mensaje brutal de cara a otros hombres que estén o vayan a realizar este tipo de conductas y a los que se asocien a ellos. Todavía falta mucho por conseguir, pero es algo.

- ¿Qué entendemos por "peaje sexual"?

-Fue la otra parte de mi conferencia. Yo con eso me refiero a que en el acoso sexual existen dos elementos: una demanda de sexo y una amenaza consistente en que puedes perder tu empleo, tener poca nota o fracasar en tu carrera si no cedes. Ese es el peaje. La sexualidad es un extra que tienen que cumplir par las mujeres para poder mantenerse en su posición o prosperar. Y no solo hablo de sexual: a camareras les piden que vayan sexis al trabajo para granar propinas. Y a las abogadas y mujeres de otras muchas profesiones les piden que tienen que llevar tacones, falda, ser atractivas. Alegrarle la vista a la concurrencia. Eso forma parte de las exigencias del trabajo actual. Es como decir: estas aquí, vale, pero tienes que hacer un servicio sexual para poder continuar.

- El feminismo discrepa sobre cómo entender la teoría "queer".

-En general observamos que desde los años 90 se produjo una acción frente a la demanda que exigía el sufragismo, que era un modelo de mujer que se emancipa mediante estudio. Hablo de la idea de feminidad tradicional de los años 20, del fenómeno adolescente de las animadoras y los futbolistas, de todo eso. Se fue creando la idea de lo femenino, de la feminidad como ideal a conseguir. El punto extremo lo vemos ahora con la pornificacion de la cultura, con el Instagram y las Kardashian. Todo eso. Convencernos de que tenemos que ser algo completamente artificioso, recurrir a cirugía estética y a lo que haga falta. La mujer se impone, porque se impone la sociedad, a un modelo de ideal que ya es totalmente irrealista. Es un sustitutivo del propio feminismo y defender lo empoderante relacionándolo con la prostitución y los vientres de alquiler. Decir que yo hago lo que quiero y que, por tanto, me empodera hacerlo. A veces la defensa de la teoría "queer" hace esa defensa de lo femenino, de ese ideal de femenino, como algo nuevo. Y en lugar de reclamar poder, reclamamos empoderamiento y, en lugar de igualdad, identidad.

- Identidad... ¿trans? Se comentó en estas jornadas que el colectivo se usa como pantalla para defender esa teoría.

-Sí. No estamos hablando de homofobia, yo soy bisexual. Tampoco de todo el colectivo LGTBI, si no de los intereses mercantiles que se pusieron a defender los vientres de alquiler y de que una parte del colectivo no han escuchado a las mujeres lesbianas, que son las que están alzando ahora la voz. Esas teorías defienden el borrado de las mujeres y sus derechos e, incluso, de la transexualidad y la homosexualidad. Las políticas "queer" hacen mucho daño a las mujeres lesbianas.

- ¿Por qué?

-Porque si cuando son niñas tienen gustos diferentes, como trepar a los árboles y jugar al fútbol, o precisamente les gustan otras chicas, estas teorías las llevarían por el camino de la cirugía como terapia de conversión. Como decir que no puedes ser tú si te gustan cosas diferentes, porque eso significa que naciste en el cuerpo equivocado. Es normal que a la comunidad lesbiana no le guste eso. O que te digan que te tienes que acostar con una mujer con pene. No sé, eso se parece mucho a la clásica ecuación patriarcal. Ahora se fiscaliza la atracción sexual acusándote de transfobia. Conozco amigas lesbianas que se sentían mal porque no quisieron tener sexo con una mujer "trans" porque el pene les echaba para atrás y se sentían mal.

- Pero el colectivo "trans" existe.

-Y cada persona tiene derecho a tener sexo con quiera y tener la orientación sexual que quiera. Y nadie debería acusarla de transfobia por ello, como tampoco debería hacer si hablamos de nuestra vagina, la endometriosis, la mutilación genital o que menstruamos. ¿Eso es fobia? No lo creo.

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