Por su inestabilidad y fragilidad laboral, los trabajadores autónomos son uno de los principales colectivos damnificados por la crisis del coronavirus. Pequeños negocios obligados a cerrar por el decreto del estado de alarma, encargos anulados repentinamente y facturación en caída libre han inundado, desde los inicios del confinamiento, los hogares de incertezas acerca de cuál será el impacto real del parón para las economías domésticas.

EL PERIÓDICO ha hablado con ocho trabajadores autónomos para conocer de primera mano cómo está afectando a sus negocios esta crisis sanitaria. A pesar de la diversidad de casuísticas, los testimonios presentan dos denominadores comunes: los perjuicios económicos para los autónomos son ya una realidad, y los profesionales se sienten angustiados porque no conocen la duración de la situación ni si, tras este periodo sin ingresos, podrán afrontar pagos y obligaciones.

"Yo hago fotografías para empresas: catálogos, interiorismo, eventos... y a estas alturas ya no estoy facturando nada, cero, porque me lo han cancelado todo y el teletrabajo que puedo hacer es mínimo, tan sólo algo de edición. Tenía una seguridad a fin de mes que ahora ha desaparecido: si tengo unos 2.000 euros de gastos al mes y habitualmente facturo unos 5.000-6.000 euros, este marzo sólo voy a facturar unos 1.500 euros. De hecho, me estaba comprando una casa y tengo la incertidumbre de si, después de este tiempo sin facturar por el coronavirus, me darán la hipoteca por falta de ingresos. Espero que los clientes me sigan pidiendo fotos cuando acabe la crisis. En todo caso, considero que así como nosotros pagamos a los bancos miles de millones hace unos años y no nos los han devuelto, que ahora el Gobierno nos ayude a nosotros".

Alicia García, fotógrafa autónoma perjudicada por el coronavirus.

"Como guía turístico, la afectación de la crisis del coronavirus en mi sector es total y absoluta: estoy parado porque la agencia para la que trabajo me lo ha cancelado todo. ¿Teletrabajar? Imposible: yo trabajo en la calle, en el campo, en la carretera. Ahora iba a empezar la buena temporada de Semana Santa, donde podemos facturar hasta unos 2.000 euros netos más IVA por unas 20 salidas, pero esta situación increíble nos ha dejado a nada. Por suerte yo tengo mi piso y no tengo familia; mi caso no es tan dramático como el de quienes tienen hijos... quizá puedo aguantar así un mes, pero después estaré casi en bancarota, sin recursos. Me gustaría que el Gobierno se planteara dar alguna ayuda, aunque fueran 400 o 500 euros, a aquellos autónomos que no podemos trabajar: si en el 2008 salvaron a los bancos, ahora que inviertan dinero en salvar el sistema".

"Actualmente trabajo como psicóloga infantojuvenil en un centro de Sabadell, donde el coronavirus ha supuesto un parón en seco: mi facturación ha bajado en un 90%. Hasta el martes de la semana pasada tuve a todos los críos sin problema, pero a partir del viernes empezaron las cancelaciones: de unos nueve pacientes que tengo, sólo una niña ha querido seguir haciendo visitas telemáticas, y evidentemente le cobro menos a los padres porque considero que el servicio online no es el mismo que presencial. Sólo con el trabajo de autónoma los números no me dan para nada, ni para alquiler y comida; por suerte, también trabajo por cuenta ajena en un centro de personas mayores que me permite cubrir necesidades básicas. En principio cobraremos igual; si no, sí que estaría bien fastidiada y me vería obligada a tirar de ahorros".

"He tenido que cerrar el taller que tengo en Badalona porque en este sector o cierras o no tienes nada que hacer: el suministro de piezas ha parado y el gremio de talleres ya nos ha informado de que todo el mundo está cerrando. Dejo de facturar pero sigo teniendo gastos fijos: la cuota de autónomos, el IVA trimestral, el consumo del material de reparaciones... por no hablar de los gastos de casa, donde sólo entra mi sueldo. Debería tener un buen colchón para sobrevivir, y bueno tampoco es. Es jodido: prefiero no pensarlo, pero me genera incertidumbre. Ahora estoy rescatando clientes que me deben dinero, que con esto del coronavirus la gente se olvida. Si cerramos todos los talleres, ¿quién va a arreglar los coches de taxis, ambulancias o transportistas? A mí esto ya se me está haciendo largo".

"En el sector audiovisual ya hemos tenido cancelaciones: por ejemplo, en Sant Celoni íbamos a participar en la feria para niños 'Montquímic', pero se ha cancelado. Ha sido todo tan repentino... hace días no esperaba verme en esta situación: teníamos trabajos para esta semana y ahora estamos en shock porque no hemos tenido tiempo de reacción. Mi esperanza y la de mi marido, con quien comparto el negocio, es que los proyectos que nos cancelan se hagan más adelante. Pero mientras tanto dejas de facturar. Ya hay empresas que me están diciendo que no saben si nos podrán pagar, y a mí me sabe mal exigirles que nos paguen porque sé que han tenido que cerrar. Yo tengo facturas emitidas sin cobrar: ¿cómo va a exigirme Hacienda un IVA que yo no he cobrado? Mi esperanza es que en abril no me hagan pagar IVA y aplacen el pago de impuestos".

"A pesar de la incertidumbre, yo he abierto mi comercio en Badalona porque el decreto permite abrir [en su artículo 10] a comercios de 'equipos tecnológicos', y considero que las impresoras lo son, aunque no sé si la Policía pasará o qué. Aunque el hecho de que la gente se quede en casa puede promover el consumo de cartuchos y papelería, si tuviera que cerrar, se acabarían los ingresos y tendría problemas para pagar facturas a fin de mes. En 2007 abrí el negocio con deudas y desde entonces siempre lo he pagado todo, pero este fin de mes no sé si tendré que dejar de pagar deudas: son matemáticas puras; tenemos una previsión de ingresos y no podemos facturar un 60% menos. Hacer una exención de la cuota de autónomos aliviaría mucho, claro, aunque aparte de eso pago alquiler, hipoteca y préstamos. Diferir el pago ya me parecería bien".

"Desde que llegó el coronavirus, fue inmediato: el primer fin de semana de marzo tenía una feria de lámparas y me la cancelaron. Habitualmente trabajo fotografiando y grabando en eventos para empresas, aunque también cubro eventos musicales y grabo bodas. Tengo la suerte que desde casa puedo teletrabajar en edición, pero ya veremos si cuando entregue los trabajos me pagarán o no. Hasta ahora ya he perdido unos 2.500 euros, seguro, que para mí es bastante dinero, y de encargos nuevos, nada, claro. Hasta hace poco estaba tranquila, pero ahora me preocupa emitir facturas y que no me paguen, además de comerme un IVA que no he cobrado y la cuota de autónomos de marzo. Me cuesta pensar que las bodas, parte importante de mi facturación, se cancelarán: la mayoría se pospondrán. Ya que estamos en un Estado del Bienestar, me gustaría no tener que pagar cuota de autónomos en marzo: posponerla no me parece la solución".

Montse Capdevila, fotógrafa autónoma perjudicada por el coronavirus. / ANNA MAS

"Me han anulado todo el trabajo de marzo. Evidentemente no cobraremos nada de todo esto y tengo la incerteza de no saber cuántos días estaré sin cobrar, si recibiré alguna ayuda o si me tendré que dar de baja como autónoma: mi gestor me ha dicho que de momento me espere porque, si me doy de baja, quizá luego no pueda optar a posibles ayudas. A diferencia de los profesionales de la posproducción, que trabajan delante de un ordenador, yo no tengo oportunidad de teletrabajar. En cuanto a la cuota de autónomos, posponer el pago me parece una tontería: me gustaría poder pagar únicamente la parte correspondiente al tiempo que puedo trabajar".