La esposa de Rafa Nadal se hizo famosa como Xisca Perelló, pero siempre ha reivindicado el apelativo de Mery, que finalmente y tras su insistencia, se ha impuesto.

La joven, de 31 años de edad, se llama Maria Francisca. En su entorno familiar y personal la llaman Mery. Sin embargo, cuando trascendió su relación sentimental con el tenista, fue presentada ante la opinión pública como Xisca, un diminutivo muy habitual en Mallorca. A la joven no le sentó nada bien e hizo saber a sus allegados, para que se lo comunicaran a los periodistas (con los que siempre ha evitado un trato directo) que su nombre es Mery. Lo consiguió, ya ya hace siete años que los principales medios de comunicación la llaman así.

La joven trabaja en la fundación del tenista y es licenciada en Dirección y Administración de Empresas por la Universitat de les Illes Balears.