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Clima

Olas de calor, cada vez más frecuentes: España ha registrado 94 desde 1975

Los expertos creen que son un efecto "colateral" del crecimiento sostenido de las temperaturas, que en España se han incrementado de media 1,6 grados

El calor perdurará hasta comienzos de la próxima semana. EFE

La primera ola de calor del año en España está castigando a la gran mayoría de territorios del país, con temperaturas que en muchos lugares superan los 40 grados. Un fenómeno cada vez más frecuente, como demuestran las estadísticas de la AEMET (Agencia Española de Meteorología), pero que en realidad se trata de una consecuencia "colateral" de una circunstancia que se percibe de manera más sutil pero que, al menos, es igualmente alarmante, como es el hecho de que la temperatura media ha aumentado en España 1,6 grados, el doble que el resto del mundo, según el Observatorio de la Sostenibilidad.

La actual ola de calor se explica por una configuración de la atmósfera que "bloquea" a las borrascas y permite que se instale el aire caliente desde África

¿Cómo se define técnicamente una ola de calor? "Son episodios de temperaturas anormalmente altas, no apropiadas para la época, que se prolongan al menos tres días y que afecten a una parte importante del territorio", explica Fernando García, portavoz de la AEMET. La Agencia desarrolla una compleja metodología para establecer lo que denomina 'temperatura umbral', un valor a partir del cual, atendiendo a criterios como su duración, extensión e intensidad, se puede hablar de una ola de calor.

Olas de calor

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"Los valores 'normales' de estas temperaturas difieren mucho de unas zonas a otras", subraya la Agencia en el informe 'Olas de calor en España desde 1975', donde recalca que "en verano es normal que haga calor" y no se puede definir a un fenómeno puntual como ola "cuando las temperaturas, aún siendo altas o incluso muy altas, sean relativamente habituales en el período estival". No obstante, la que comenzó este miércoles sí entra en los parámetros, como ya están constatando millones de españoles.

La explicación técnica se nutre de distintos términos y procesos, pero que básicamente quedan resumidos en una situación de configuración isobárica en la atmósfera por la cual las borrascas, las que traen las lluvias, quedan "bloqueadas" mientras que una cuña de aire caliente procedente de África genera una "dorsal anticiclónica" que se ha ubicado encima de Francia -uno de los países europeos que más calor está soportando- y crea una autopista de aire caliente que cubre toda la mitad occidental de Europa.

La ola de calor también está afectando a toda Francia. En la imagen, bañistas en el Trocadero de París. EFE

En España, la ola de calor se va a sentir en todas las comunidades, salvo en Galicia, Asturias y Cantabria, donde las lluvias han hecho acto de presencia. El sur, la meseta norte, el valle del Ebro y todo el arco mediterráneo van a ser los territorios donde los termómetros sufran un mayor incremento, con temperaturas que superarán con holgura los 40 grados en muchas ciudades y pueblos del país.

Con esta, ya son 58 las olas de calor registradas por la AEMET en la península, Baleares, Ceuta y Melilla desde el año 1975, a las que hay que unir otras 37 en las Islas Canarias. Un repaso a las estadísticas de la Agencia deja ver que estos episodios se están volviendo cada vez más frecuentes. La AEMET destaca las olas de calor de los años 1989, 1991 y 2003 y, a partir de ahí, otras que se han producido en la última década de manera casi consecutiva: 2012, 2015, 2016, 2017 y 2018. El de 2017 fue el año con más olas de calor -5-, seguido por 1991 y 2016 con cuatro. La de 2015 fue la ola más larga (26 días), diez días más que la de 2003, mientras que la de 2012 fue la que más provincias (40) azotó el 10 de agosto.

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El episodio de 2015 se extendió del 27 de junio al 22 de julio, un período inusualmente largo para estos fenómenos. El día más cálido fue el 6 de julio, cuando se registró la temperatura máxima (37,6). Hasta 30 provincias se vieron afectadas por la ola de calor el 15 de julio de ese año. La cornisa cantábrica fue la zona del país en la que las altas temperaturas se sintieron con menos intensidad.

Para los expertos en clima, es mucho más preocupante el crecimiento sostenido de las temperaturas medias por el efecto del calentamiento global del planeta

Con todo, es una preocupación mucho más extendida entre meteorólogos, científicos, activistas medioambientales y organismos sanitarios el progresivo incremento de las temperaturas medias experimentado en España y en todo el mundo en las tres últimas décadas, un fenómeno que se atribuye a los efectos del calentamiento global del planeta. El Observatorio de la Sostenibilidad, un proyecto independiente en el que toman parte ONGs y personal científico, publicó hace unos meses un completo informe en el que subrayaba que la temperatura media en España ha aumentado 1,6 grados en los últimos 50 años, el doble que en el resto del planeta, con un incremento mayor en los núcleos poblaciones del este del país y del interior, como Madrid.

La AEMET ha constatado que, mientras que en la primera década de este siglo, hubo cuatro años fríos y cinco cálidos, en la actual tan solos (2010 y 2013) han sido fríos. El resto, todos cálidos, con cuatro que se sitúan en cabeza de las mediciones de la Agencia: 2017, 2015 2011 y 2014. "Puede que ese crecimiento sostenido sea más importante vigilarlo que las olas de calor, que son un efecto colateral de esa subida de temperaturas. De hecho, es la gran preocupación del IPCC (Grupo Internacional de Expertos en Cambio Climático)", destaca el portavoz de la AEMET.

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