La presencia de un coche fúnebre aparcado en Chapela, parroquia de Redondela (Pontevedra), con un ataúd en su interior, inquieta desde hace días a los vecinos. Tanto es así, que incluso se llegó a avisar a la Policía Local. El macabro vehículo, sin embargo, no pertenece a ninguna funeraria. Su propietario es un vecino de Redondela que lo adquirió recientemente por internet tras llamarle la atención el original turismo, animado por sus amigos.

"Todo empezó como una broma cuando se lo enseñé a los compañeros de trabajo a través del portal de internet en el que estaba a la venta por 1.500 euros. Enseguida comenzaron a retarme, que si no me atrevía a comprarlo... y aquí está. Al final lo conseguí por 650 euros con el ataúd incluido", explica el dueño.

Aunque el coche es un viejo Opel Kadett, donde va atrae tantas miradas como si se tratase de un flamante Ferrari. "Llama mucho la atención, a la gente le da mucho reparo ver el féretro dentro. Cuando lo aparcas cerca de una terraza, uff", aunque aclara, por si queda alguna duda, que la caja está vacía.

Pero el original vehículo también es objeto de bromas. Comentarios como "Ese coche está que te mueres" o "Vamos a darnos una vuelta de muerte" son de lo más habitual entre la gente que se lo encuentra por la calle, demostrando que más que un asunto macabro se trata de una simpática muestra de humor negro.